Diputados no descartan ocupar la tribuna de la Cámara
Matilde Pérez U.
Martes 12 de abril de 2011, p. 10
Martes 12 de abril de 2011, p. 10
La dirigencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y los coordinadores de las bancadas en el Senado y la Cámara de Diputados llevarán a cabo movilizaciones, junto con sindicatos independientes, organizaciones urbanas, campesinas y cristianas, en contra de la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) que impulsan los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN.)
Este miércoles, anunciaron en conferencia de prensa, iniciarán una jornada nacional de información en las plazas públicas del país y el jueves se manifestarán fuera de la Cámara de Diputados para frenar la aprobación de dicha iniciativa, ya que atenta, afirmaron, contra los derechos de los trabajadores y, en caso de aprobarse, hundirá en la desesperación a la población.
Carlos Navarrete, coordinador de la fracción del sol azteca en el Senado, apuntó que las propuestas de modificación a dicha ley que presentaron PRI y PAN son regresivas.
El país requiere de empleos bien remunerados, con seguridad social, con tecnologías que permitan la competitividad, no iniciativas hechas en el sigilo y sin debate público.
Aseguró que las seis fracciones parlamentarias en el Senado acordaron someter a consulta pública la reforma laboral,
en caso de que prospere el albazo legislativo en la Cámara de Diputados.
Jesús Zambrano, dirigente nacional, y Dolores Padierna, secretaria general, explicaron que en la jornada del miércoles se darán a conocer algunos cambios que pretenden el PRI y el PAN, entre ellos la contratación a prueba hasta por seis meses, la supresión del catálogo de enfermedades laborales y de los contratos colectivos gremiales y la imposibilidad de ejercer el derecho de huelga.
Es una ley, afirmaron, que favorece a los capitales y elimina la estabilidad laboral, por lo cual la sociedad debe estar atenta con el fin de impedir que se violente el artículo 123 constitucional, que garantiza el derecho a un trabajo digno, la jornada laboral de 40 horas, el derecho a la huelga y la protección ante despidos injustificados, por ejemplo.
El PRD, aseguró Zambrano, no se opone al debate público, sino a la imposición de dicha reforma porque
agregará material inflamable a la sociedad y puede poner en riesgo la estabilidad social; lo mejor es apostar a un proceso abierto y democrático.
Los diputados Agustín Guerrero y Leticia Quesada aseguraron que se dará prioridad al diálogo con el tricolor y blanquiazul, pero no descartaron que los legisladores del sol azteca
tomen la tribunaen la Cámara de Diputados para impedir la aprobación de la iniciativa, ya que vulnera la Constitución y conserva el poder de la clase empresarial.