
MÉXICO, D.F. (apro).- Al votar ayer la disminución de 50% en el
impuesto a refrescos y aguas procesadas que contienen cinco gramos o
menos de azúcar por 100 mililitros, los diputados de PRI, PAN y Verde
atentaron contra la salud de los mexicanos, y particularmente contra los
niños, denunciaron hoy las organizaciones reunidas en la Alianza para
la Salud Alimentaria.
Los legisladores de PRI y PAN se opusieron a las reservas de la oposición –que planteaba argumentos basados en la salud– y rebajaron el impuesto a las “agüitas”, “néctares” y otras bebidas saturadas de azúcar destinadas a los niños, las cuales incentivan la adicción a los dulces y sustituyen el consumo de leche y jugos naturales, aseveraron las organizaciones, al denunciar un “acto contra la niñez”.
Una tercera parte de los niños mexicanos ya
sufre de sobrepeso y, de acuerdo con las ONG, uno de cada tres niños
nacidos después de 2010 se enfermará de diabetes en su vida –enfermedad
que, a la fecha, ya cobra 24 mil vidas al año–. Por primera vez, esta
generación de niños vivirá menos tiempo que sus padres, se alarmaron.
“Hasta
hace poco no existía presión arterial infantil y diagnosticar una
diabetes de tipo 2 en los jóvenes y la población activa era muy raro;
ahora ya no”, explicó el doctor Abelardo Ávila, integrante del Instituto
Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, al sostener que “está
comprobado que estas bebidas tienen efectos sobre todo el ciclo
metabólico y generarán daños a largo plazo”.
De acuerdo con las
organizaciones, las refresqueras dedican grandes cantidades de dinero en
mercadotecnia –ya sea a través de la publicidad o en el diseño de las
botellas y etiquetas– y en la ingeniería de productos –con colorantes,
azucares y endulzantes– para acostumbrar a los niños a consumir estas
bebidas y a volverse adictos a los alimentos dulces y ultraprocesados.
“La
adicción a la azúcar inicia desde temprana edad, existen estudios que
revelaron que el azúcar es altamente adictiva, incluso más que la
cocaína”, recordó Alejandro Calvilla, director de El Poder del
Consumidor, organización que denuncia con frecuencia los métodos que
utilizan las industrias refresquera y de comida chatarra para engañar a los consumidores sobre el valor nutricional de sus productos.
Según
Calvilla, a raíz de la implementación del impuesto las refresqueras
aumentaron los precios de sus productos. Ahora que los diputados les
condonaron la mitad de este gravamen, es poco probable que disminuyan
sus precios. Por lo que, en comparación con el año pasado, las
refresqueras ingresarán 50 centavos más por litro de refresco.
“La
industria de la comida chatarra vulneró la alimentación tradicional,
como el consumo de productos naturales, y destruyó los sistemas
productivos como la agricultura familiar y la producción local”
Indignados,
los representantes de la Alianza para la Salud Alimentaria no tuvieron
palabras suficientes para condenar esta decisión “totalmente regresiva” e
“ilógica”, pues la bancada del PRI derrumbó el Impuesto Especial sobre
Producción y Servicios (IEPS) que contemplaba un impuesto de un peso por
litro de bebidas azucaradas.
Este IEPS formaba parte de la
reforma fiscal que presentó Enrique Peña Nieto el 8 de septiembre de
2013. Las organizaciones lo consideraban insuficiente, pues la
Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó un impuesto de al menos
20% para reducir de manera efectiva el consumo de refrescos, lo que
representaba un sobrecosto de alrededor de 2 pesos por litro.
En
aquel entonces, Peña Nieto explicó que el impuesto serviría para
“desincentivar el consumo (de bebidas azucaradas) y, con ello, reducir
índices de obesidad, especialmente en nuestros niños”.
Las
organizaciones señalaron a las refresqueras y embotelladoras –Coca Cola y
sus socias; Pepsico, Nestlé o Danone, entre otras– de haber cabildeado
en las altas esferas del poder para tumbar parte del IEPS, que Jorge
Terrazas, el director de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac), intentó frenar.
La
industria se encuentra muy satisfecha de sus operaciones en el primer
país consumidor de Coca Cola por habitante –los mexicanos consumen en
promedio 728 productos de la refresquera al año, equivalente a dos cada
día–, donde reporta ganancias multimillonarias.
En su reporte
anual de 2014, la Coca Cola Company –sede mundial de Coca Cola– se
felicitó de que México, Brasil, Japón y China sean sus mayores clientes a
escala mundial, después de Estados Unidos, ya que estos cuatro países
suman 31% de sus ventas globales, que sumaron 12 mil 156 millones de
dólares en el segundo trimestre del año.
Las embotelladoras mexicanas Femsa y Arca forman parte de las cinco socias más importante de Coca Cola en el mundo.
De
acuerdo con su información corporativa, Femsa Coca vendió más de 36 mil
550 millones de pesos de sus productos en el segundo trimestre de 2015,
a través de sus cerca de 3 millones de puntos de venta y sus más de 351
millones de consumidores en varios países de América Latina.
Si
bien Coca Cola reportó un incremento de 1% en sus ventas en América
Latina, reconoció una disminución de 1% del volumen vendido en México,
“debido al impacto de un nuevo impuesto que entró en vigor el 1 de enero
de 2014”.
PepsiCo afirmó en su informe financiero del 2014 que
México forma parte de sus mejores clientes –aportó 4 mil 414 millones de
dólares de ingresos–, y resaltó que “nuestras operaciones fuera de
Estados Unidos, en particular en Rusia, México, Canadá, Gran Bretaña y
Brasil, contribuyen de manera significativa a nuestras ganancias”, las
cuales se elevaron, en total, en 66 mil 683 millones de dólares el año
pasado.
Pero PepsiCo también lamentó en su informe un declive de
2% de volumen de ventas –pero un incremento del 1% en ingresos netos– en
América Latina, “lo que refleja un 0.5% de disminución en México debido
a un impuesto sobre ciertos productos”.
En víspera de arrancar el
2016 con un “presupuesto base cero” y ciertas medidas de austeridad,
los legisladores “amputaron” al IEPS de una recaudación que se elevaría
en al menos 522 millones de pesos, destinados en un principio a
incentivar el consumo de agua natural y a la atención a las personas
afectadas por la diabetes.
Fuente: Proceso
Fuente: Proceso