domingo, 22 de abril de 2012

Revelan sobornos en Wal-Mart México por 24 mdd

Un ex ejecutivo de la cadena comercial dio cuenta de los métodos corruptos que utilizó la empresa para abrir más tiendas
Según una amplia investigación realizada por The New York Times, desde los cuarteles de Wal-Mart en Bentonville, Arkansas, sus ejecutivos decidieron echar tierra a su propia investigación y ocultar a los gobiernos de México y Estados Unidos, una cadena de sobornos que se remontan a 2005 
Domingo 22 de abril de 2012 | J. Jaime Hernández / Corresponsal | El Universal
WASHINGTON.— Hacerse con el dominio del mercado mexicano les salió en una auténtica ganga: tan sólo 24 millones de dólares le permitieron a Wal-Mart, el más rico y poderoso de las ventas al por mayor en todo el mundo, hacer realidad el “milagro” de su expansión sobre gran parte de la República Mexicana. 

Según una amplia investigación realizada por The New York Times, desde los cuarteles de Wal-Mart en Bentonville, Arkansas, sus ejecutivos decidieron echar tierra a su propia investigación y ocultar a los gobiernos de México y Estados Unidos, una cadena de sobornos que se remontan a 2005. 

Igual de sorprendente, según revela The New York Times, es que el entonces director de Wal-Mart en México, Eduardo Castro-Wright, principal “fuerza motora detrás de los años de soborno”, no sólo no fue disciplinado al descubrirse sus métodos para comprar voluntades a golpe de talonario, sino que fue premiado con un ascenso a una de las vicepresidencias del corporativo en 2008. 

Aunque la práctica de los sobornos era ocasional desde 2002, Castro-Wright la convirtió a partir de 2005 en la piedra de toque de su estrategia expansionista. Una estrategia que permitió a Wal-Mart presentarse a México como el más palmario ejemplo de una exitosa internacionalización que avanzaría hacia otros países. 

La primera llamada de atención, sobre las prácticas de corrupción fue realizada por Sergio Cicero Zapata, un ex ejecutivo de Wal-Mart de México, quien decidió enviar un amplio informe para denunciar las prácticas de Castro-Wright en la obtención de permisos para construir nuevos locales. 

Según reportó Cicero-Zapata a los ejecutivos de Wal-Mat en Arkansas, la firma echaba mano de los sobornos para facilitar “cambios de zonas en los mapas, hacer desvanecer objeciones ambientalistas y, permisos que típicamente toman meses para su proceso, mágicamente se materializaron en días”. El método consistía en enviar a personeros, en este caso abogados de confianza que colaboraban con la empresa, que se encargaban de entregar los sobres de dinero a concejales, alcaldes, “obscuros” planificadores urbanos o burócratas de bajo nivel que expedían permisos de construcción y a todos aquellos que hicieran posible la expansión de Wal-Mart. 

Tras conocer la denuncia de Cicero-Zapata, la empresa decidió emprender su propia investigación. A los pocos días envió, para colocarlo al frente de estas pesquisas, a un ex agente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). Tras concluir sus investigaciones, el investigador reportó “sospechas razonables” para creer que hubo violaciones tanto a las leyes mexicanas como de EU. 

La empresa decidió dar carpetazo al asunto. El diario revela que, una vez que los ejecutivos de Wal-Mart descubrieron en diciembre pasado que sus periodistas andaban tras la pista de esta historia de sobornos, decidieron modificar su estrategia y comunicar al Departamento de Justicia sobre los hallazgos que se han visto obligado a desempolvar. 

Los ejecutivos de Wal-Mart emprendieron desde ayer una campaña para tratar de subrayar que, lo denunciado por el periódico, ocurrió hace más de 6 años y para prometer que, en caso de ser cierto, se tomarán medidas.