Enrique Galván Ochoa | La Jornada-Dinero
El fin de semana, sin proponérmelo me tocó atestiguar en una popular cafetería de San Diego, California, el poder globalizador de los medios. En una mesa contigua tres gringos de mediana edad festejaban lo que leían en la edición dominical de Los Ángeles Times. En mi medio inglés alcancé a entender que se referían a un tal Pena Nieto (Peña sin ñ). Abundaban las risas y las expresiones comunes en el lenguaje de los estadunidenses: ¡Oh my God, incredible! Cuando se retiraron dejaron el periódico sobre la mesa y fui por él. Encontré en la página A3 de ayer domingo 8 de enero un extenso reportaje escrito por la periodista Tracy Wilkinson, jefa de la oficina del Times en la ciudad de México.
Vale la pena leerlo porque muestra cómo ven desde afuera el proceso electoral que vive México y en particular al candidato priísta. Dice que el hombre que podría ser el próximo presidente de México no ha tenido un buen comienzo. Durante meses, la elección de Peña Nieto fue tomada como casi inevitable. El bien parecido político, casado con una estrella de televisión, consistentemente encabezaba las encuestas por márgenes que parecían inalcanzables. Pero ahora que la campaña toma forma, Peña Nieto –dice el Times– ha caído aparatosamente en una serie de bochornosas y muy publicitadas metidas de pata (gaffes) que plantean dudas sobre su fuerza como candidato. Y narra todas, desde el episodio de los tres libros cuyos títulos no recordó en Guadalajara, pasando por su desconocimiento del precio del kilo de tortillas, su ignorancia respecto a la cuantía del salario mínimo y el desafortunado mensaje de una de sus hijas, llamando prole a la gente pobre con un sentido de desprecio. No faltó en el artículo la cita punzante de Carlos Fuentes: “Este señor tiene derecho a no leerme. Lo que no tiene derecho es a ser presidente de México a partir de la ignorancia, eso es lo grave”. Llama la atención a la periodista que en medio de sus caídas no haya mostrado habilidad para improvisar o reaccionar rápidamente a fin de rescatarse a sí mismo. Nada guardó Tracy Wilkinson, cuenta todos los resbalones que a los mexicanos, a unos, nos han hecho reír, mientras a los rivales de los otros partidos les han dado armas para atacarlo, e incluso, puertas adentro del PRI, han hecho que cierta disidencia le dé calor a la posible, aunque remota, posibilidad de remplazarlo. Don Beltrone acaba de hacer su reaparición en las redes sociales, después del puente Guadalupe-Reyes, como diciendo: aquí estoy, listo para lo que se ofrezca. En otra parte de su texto, Tracy Wilkinson hace esta pregunta: “¿por qué el PRI escogió a un candidato que no sabe manejarse mejor?” Y esboza esta respuesta: “Analistas mexicanos dicen que fue escogido más por su atractivo personal y su lealtad que por su inteligencia. El poder real radica más en los políticos veteranos que rodean a Peña Nieto, entre ellos, se dice, el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, una de las figuras más oscuras del partido. Aunque no parece que las caídas lesionaran sustancialmente el apoyo que tiene, sugieren que Peña Nieto no corresponde a la imagen del perfecto candidato que muchos tenían de él. Sugieren que el PRI, que desarrolla una cruzada cuesta arriba para mejorar su imagen, también tiene trabajo que hacer para sostener a su candidato”. El texto puede ser leído en la edición digital del Times.
Vale la pena leerlo porque muestra cómo ven desde afuera el proceso electoral que vive México y en particular al candidato priísta. Dice que el hombre que podría ser el próximo presidente de México no ha tenido un buen comienzo. Durante meses, la elección de Peña Nieto fue tomada como casi inevitable. El bien parecido político, casado con una estrella de televisión, consistentemente encabezaba las encuestas por márgenes que parecían inalcanzables. Pero ahora que la campaña toma forma, Peña Nieto –dice el Times– ha caído aparatosamente en una serie de bochornosas y muy publicitadas metidas de pata (gaffes) que plantean dudas sobre su fuerza como candidato. Y narra todas, desde el episodio de los tres libros cuyos títulos no recordó en Guadalajara, pasando por su desconocimiento del precio del kilo de tortillas, su ignorancia respecto a la cuantía del salario mínimo y el desafortunado mensaje de una de sus hijas, llamando prole a la gente pobre con un sentido de desprecio. No faltó en el artículo la cita punzante de Carlos Fuentes: “Este señor tiene derecho a no leerme. Lo que no tiene derecho es a ser presidente de México a partir de la ignorancia, eso es lo grave”. Llama la atención a la periodista que en medio de sus caídas no haya mostrado habilidad para improvisar o reaccionar rápidamente a fin de rescatarse a sí mismo. Nada guardó Tracy Wilkinson, cuenta todos los resbalones que a los mexicanos, a unos, nos han hecho reír, mientras a los rivales de los otros partidos les han dado armas para atacarlo, e incluso, puertas adentro del PRI, han hecho que cierta disidencia le dé calor a la posible, aunque remota, posibilidad de remplazarlo. Don Beltrone acaba de hacer su reaparición en las redes sociales, después del puente Guadalupe-Reyes, como diciendo: aquí estoy, listo para lo que se ofrezca. En otra parte de su texto, Tracy Wilkinson hace esta pregunta: “¿por qué el PRI escogió a un candidato que no sabe manejarse mejor?” Y esboza esta respuesta: “Analistas mexicanos dicen que fue escogido más por su atractivo personal y su lealtad que por su inteligencia. El poder real radica más en los políticos veteranos que rodean a Peña Nieto, entre ellos, se dice, el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, una de las figuras más oscuras del partido. Aunque no parece que las caídas lesionaran sustancialmente el apoyo que tiene, sugieren que Peña Nieto no corresponde a la imagen del perfecto candidato que muchos tenían de él. Sugieren que el PRI, que desarrolla una cruzada cuesta arriba para mejorar su imagen, también tiene trabajo que hacer para sostener a su candidato”. El texto puede ser leído en la edición digital del Times.
@Vox Populi
Asunto: el Guinness a la corrupción
Valdría la pena que se hiciera un comparativo entre dos obras: la Estela de Luz y el puente Baluarte, ambas de apellido Bicentenario. El puente fue construido orgullosamente por una empresa nacida en Puebla, costó 2 mil 180 millones de pesos, en una zona de difícil acceso, con muchas adversidades, en plena Sierra Madre, terminada en tiempo y forma y con muy buen fin: unir Mazatlán y Durango. La Estela es una porquería que no sirve para nada y fue levantada en el corazón del país, terminada fuera de tiempo, y sobre todo con sobreprecio. A ésta valdría la pena entregarle el récord Guinness a la corrupción.
Julio Franco / Puebla
R: Ese Guinness estaría muy peleado. ¿Qué me dice usted del edificio del Senado? Ahora bien: podría ser un Guinness compartido.
Asunto: Josefina en Cinemex
Ya que se menciona la publicidad de las campañas políticas, le cuento que el pasado 4 de enero fuimos a Cinemex y antes de la función nos ensartaron un anuncio de Josefina Vázquez Mota. Al final del mentado anuncio aparece una leyenda que dice: “Anuncio dirigido exclusivamente a militantes del Partido Acción Nacional”. ¿Qué significa eso? ¿Los demás nos tapamos ojos y oídos? ¿Hacemos como que no estamos presentes? Me parece una muestra más de la farsa de los partidos políticos y sus distinguidos miembros, que hacen como que cumplen la ley, como que son honestos y muy demócratas.
Enrique Estrada Mendoza / Distrito Federal
R: Va comenzando la campaña y lo que nos falta.
Twitter
Con mi gran aumento de 2.51 pesos al salario mínimo invertiré en unos nuevos tuppers para llevar comida a la oficina.
@jachavezr
La Estela de Luz es un ejemplo de cómo se siguen haciendo las cosas en México... corrupción y más corrupción.
@AsiesmiMexico Oscar García
AMLO reta a Peña Nieto a debatir pero sin “chícharo” ni teleprompter...
@FUERZA_MORENA