Por: Carlos Cortez García
02/06/2011
Desde su arribo a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del Gobierno Federal, el Secretario Javier Lozano Alarcón se caracterizó por su irascible carácter, el cual a lo largo de los últimos años le ha hecho cometer una cantidad importante de pifias, además de ganarse “a pulso” los espacios principales de los noticieros de radio, televisión y prensa escrita por sus enfrentamientos verbales.Y es que es una tras otra, hubiera dicho el animador Francisco Stanley. Primero, Lozano y sus amenazas contra el dirigente minero Napoleón Gómez Urrutia a quien amenazó con meter a la cárcel y, hasta hoy, nada de nada. “Napito” sigue viviendo en el exilio y me imagino con muy buen nivel de vida. Después, el Secretario Lozano y su permanente lucha contra los miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), quienes al día de hoy le siguen dando dolores de cabeza a los políticos relacionados con el Partido Acción Nacional por la quiebra de Luz y Fuerza del Centro. Para mayor información, favor de preguntarle al candidato del PAN a la gubernatura del Estado de México, a quien los electricistas han perseguido como ánima en pena, para vengar “la desaparición legal de su fuente de empleo y de su asociación gremial”, a punta de insultos y huevazos.
Hoy, los fantasmas de la quiebra de Mexicana de Aviación, empresa ícono sin duda de la aviación de este país y que por negligencia o causa no conocida por lo menos al día de hoy, persiguen al Secretario Lozano. Y es que muchos nos preguntamos por qué el gobierno no requisó aún y cuando su obligación principal era mantener la aerolínea volando para garantizar que los miles de empleos no se perdieran y responder al legítimo interés de los usuarios de la aerolínea. En lo personal, y ojalá y me equivoque, Mexicana de Aviación ya es y seguirá siendo historia porque parece ser que no volverá a volar. Y como olvidar el enfrentamiento con el mandatario de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, quien lo calificó como personaje “non grato para esa entidad”.
Sobre el particular dice un refrán mexicano que genio y figura hasta la sepultura. Y así le pasa al señor Secretario del Trabajo, el autollamado “gallo panista” a la presidencia para el 2012, a quien su carácter impulsivo, petulante y rijoso le ha valido, entre otras cosas, que el PRI no lo acepte ya como interlocutor válido con el Gobierno Federal. Y al paso que va el PRD hará lo mismo y el PAN también.
En una reunión sostenida con legisladores federales, Lozano se puso al brinco, se puso los guantes y les dijo del huevo y la gallina. Y yo me pregunto querido lector: ¿y así quiere este señor ser candidato a la Presidencia de la República? No me quiero ni imaginar si este señor de mecha tan corta llega a la primera magistratura del país lo que pudiera ocurrir. La política es el arte de lo posible, de sumar voluntades y de multiplicar esfuerzos. Y la estrategia de Lozano no me parece la más correcta.
