México no es nación de clase media; 65 por ciento de la PEA gana de uno a tres minisalarios
Angélica Enciso
Jueves 2 de junio de 2011, p. 7
México no es un país en el que predomine la clase media; 65 por ciento de la población económicamente activa (PEA) gana apenas entre uno y tres salarios mínimos, además de que cerca de la mitad de los mexicanos vive en pobreza patrimonial, advirtió Ximena Maroto, del Observatorio de Política Social y Derechos Humanos.
El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero, con sus declaraciones del martes pasado manifiesta que desconoce la realidad del país, donde
hay pobres deambulando, nada menos que 50 millones de mexicanos, dijo por su parte Salomón Nahmad Sittou, integrante del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social Pacífico Sur-Oaxaca (Ciesas). Apuntó que los datos de pobreza son del propio gobierno.
Por otro lado, en los dos primeros años de esta administración el número de pobres creció. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reportó que entre 2006 y 2008 la pobreza patrimonial tuvo un incremento de 5.9 millones de mexicanos, con lo que se llegó a 50.6 millones, y en pobreza alimentaria se reportó un incremento de 5.1 millones, es decir, 19.5 millones no podían adquirir la canasta alimentaria básica. En julio próximo se darán a conocer los datos más recientes.
Entre enero de 2008 y diciembre de 2009, Ernesto Cordero fue secretario de Desarrollo Social. Días después de que el Coneval dio a conocer los datos de pobreza por ingreso, dijo que durante 2009 las clases medias comenzaron a resentir los efectos de la crisis económica.
Se verá afectada la población que está en la raya de la pobreza patrimonial(La Jornada, 21 de julio 2009).
En esa ocasión sostuvo en conferencia de prensa que las cifras de pobreza reveladas por el Coneval
no quieren decir que los programas no funcionen; lo que quieren decir es que las condiciones de pobreza por ingreso dependen, más allá de la política social, de la crisis alimentaria y económica.
Allí se le preguntó cuáles alimentos de la canasta básica alimentaria –que establecen la propia Sedeso y el Banco de México– habían dejado de consumir los mexicanos, lo cual no pudo precisar:
Es difícil establecer el porcentaje de la canasta básica que adquieren, hay que ver cuáles son los patrones de consumo de los mexicanos.
El 14 de septiembre de 2009, cuando anunció la incorporación de familias pobres urbanas al programa Oportunidades, dijo que era para ayudar a la familia y evitar que los jóvenes encuentren la salida falsa de la delincuencia. Allí se le preguntó si con ese planteamiento criminalizaba la pobreza, y precisó:
Lo que estoy diciendo es que la falta de ingreso en las familias mexicanas sin duda puede agravar el problema de la delincuencia.
Durante su gestión promovió la incorporación de 1.5 millones de familias al programa Oportunidades, por lo que se alcanzó la cobertura de 34 millones de personas en pobreza.
Ximena Maroto señaló que el actual secretario de Hacienda utilizó equivocadamente el concepto de renta media, ya que esto no tiene nada que ver con el nivel de pobreza; 47.4 por ciento de la población vive en pobreza.
A menos que su idea de la clase media sea una persona que gana tres salarios mínimos, dijo.
Desde un enfoque de derechos sociales, una persona que gana tres salarios mínimos debe pagar educación, vivienda y salud; son recursos tan precarios que a través de su ingreso deben acceder a esos bienes.
Ayer, la Sedeso dijo que
como resultado del crecimiento económico y los avances de la política social, aumentó en el primer trimestre la proporción de personas que pueden adquirir una canasta alimentaria con su ingreso laboral, según el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP).