JUAN PABLO ESPINOSA DE LOS MONTEROS@JuanPabloEMT
2011-05-18
A la mayoría de la gente que le gusta la política y las redes sociales, acostumbran/acostumbramos a seguir a los políticos influyentes de la nación, gracias a estas nuevas herramientas, se puede tener un nuevo tipo de acercamiento con distintas figuras lo cual es muy interesante, define una nueva era en las formas de comunicación humana.Yo en lo personal, sigo con interés a diferentes figuras del escenario político, para poder entender un poco más la situación y las ideas de los diferentes actores que guian el rumbo del país, aunque desgraciadamente a veces te encuentras con usuarios - users, bastante desagradables, como es el caso del Secretario del Trabajo y Previsión Social, el señor Javier Lozano.
Este tipo que sirve incondicionalmente las ordenes de su Jefe el Presidente Calderón, todavía tiene a los trabajadores del SME durmiendo en el Zócalo de la Ciudad de México, uno de los espacios turísticos mas importantes del país y con un importante en lugar en nuestra historia, entre otras cosas, como el caso de Mexicana que sigue parada y sin ningún apoyo del Gobierno, al mismo tiempo que seguimos pagando dinero de nuestras bolsas a las trasnacionales y bancos extranjeros multimillonarios, este Secretario no se ha atrevido a apostarle a una empresa Mexicana. No me gustaría recordar Pasta de Conchos, que también era parte de sus responsabilidades.
Ultimamente en Twitter @JLozanoA se ha mostrado como el príncipe heredero y no ha dejado de llamar trolles a las personas inconformes que hacen fuertes criticas a sus supuestas funciones (personas que pagan su salario y su plan de telcel-todos nosotros).
Este solamente se ha dedicado a Atacar a las políticas de oposición mientras tiene importantísimas tareas que cumplir, ya expuestas en este texto, pero en su agenda está siempre primero: Su lugar como pre-candidato del PAN y como saco de Box para las criticas al PAN.
Esta situación ya no puede seguir así, mas con la situación que vive México, no podemos quedarnos callados