LUNES, MAYO 16, 2011 (entrevista)
Meses antes de que el gobierno panista encabezado por Felipe Calderón emitiera el ilegal decreto de extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyF) ocurrieron una serie de extraños incidentes que entonces pasaron desapercibidos o resultaron inexplicables para los trabajadores y la dirección del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) a pesar de la larga experiencia política de esa organización que cumplía por ese entonces 95 años de existencia.
Simultáneamente con la división del sindicato a cargo del agente del secretario del Trabajo Javier Lozano Alarcón, el esquirol Alejandro Muñoz, ocurrió el robo de computadoras en el Sindicato donde se encontraba la base de datos con los nombres, puestos, ingresos y domicilios de todos los miembros; retraso en el pago de las horas extras, presencia de personas extrañas en las instalaciones y oficinas, quienes eran presentados por los jefes inmediatos como aprendices y que en realidad eran militares que tenían la misión de sustituir a los trabajadores, acontecimientos que despertaron la sospecha de algunos sindicalistas que intuían que algo se estaba tramando contra los trabajadores.
Simultáneamente con la división del sindicato a cargo del agente del secretario del Trabajo Javier Lozano Alarcón, el esquirol Alejandro Muñoz, ocurrió el robo de computadoras en el Sindicato donde se encontraba la base de datos con los nombres, puestos, ingresos y domicilios de todos los miembros; retraso en el pago de las horas extras, presencia de personas extrañas en las instalaciones y oficinas, quienes eran presentados por los jefes inmediatos como aprendices y que en realidad eran militares que tenían la misión de sustituir a los trabajadores, acontecimientos que despertaron la sospecha de algunos sindicalistas que intuían que algo se estaba tramando contra los trabajadores.
A 19 meses de larga resistencia, decenas de manifestaciones, dos huelgas de hambre, varios plantones en el Zócalo, frente a la Cámara de Diputados y miles de horas de brigadeo y negociaciones entrevistamos al trabajador Jaime Enríquez, miembro de la redacción de la revista El Transformador para que nos platique de la situación actual del movimiento y sus perspectivas.
La plática se desarrolló el mes de marzo, en el Taller de Economía del Trabajo de la Facultad de Economía, a donde acudieron varios smeítas en el marco de una campaña informativa realizada en las escuelas ubicadas en el casco de Ciudad Universitaria.
Jaime Enríquez, quien desempeñaba el puesto de Volante en la planta de Atlautla, por el rumbo de los volcanes, cerca de Amecameca y Ozumba, Estado de México, tenía una antigüedad laboral de 25 años 6 meses en el momento de la liquidación de la Compañía Luz y Fuerza del Centro. Le faltaban menos de cuatro años para alcanzar la jubilación. El trabajo que realizaba exigía de una alta calificación, adquirida en la chinga y el riesgo cotidiano. Su sueldo diario era de 320 pesos.
Nos cuenta cómo se inició en la CL y F en el año 1984: “Comencé como ayudante regular, posteriormente fui tomando otros puestos, especial, subagente, agente foráneo. Había opciones en la Compañía, el que quería avanzar podía hacerlo. Los volantes son los que suplen a los que salen de vacaciones. Los programan para cubrir los puestos.
Hasta el 11 de octubre del 2009 la Compañía abasteció de electricidad a la capital del país, el Distrito Federal; 80 municipios del estado de México, 2 municipios del estado de Morelos; 5 de Hidalgo y 2 de Puebla .
Desde que fue despedido junto con otros 45 mil trabajadores este jefe de familia, padre de dos jovencitos, ha sobrevivido gracias a al boteo, los apoyos de otros sindicatos y sobre todo vendiendo poco a poco el patrimonio familiar. El auto, los muebles, etc.
- A más de un año y medio de resistir la política privatizadora del régimen panista ¿qué aprendizaje ha tenido usted?
- Pues hemos visto que la situación del país esta terrible. El país está despedazado. Y también me he dado cuenta de que los mexicanos somos muy indiferentes ante lo que pasa. Es parte de un sistema que nos divide para que no nos agrupemos. Creo que es algo provocado por el gobierno. Nunca había estado tan mal el país. No sólo nos están pegando a nosotros, nos están pegando a todos pero no hay una resistencia articulada, cada quien se está defendiendo como puede.
- ¿Qué le parecen los cambios que el PRI y el PAN pretenden realizar a la Ley Federal del Trabajo?
- Creo que el PRI y el PAN están coludidos para aprobarla. La única manera de detener esa reforma neoliberal es el reagrupamiento de trabajadores y campesinos, la movilización y la lucha para evitar la reforma neoliberal. El gobierno de Calderón hace propaganda a su proyecto de reforma laboral diciendo que con ella se podrían crear más empleos para jóvenes y mujeres. Pero eso es una mentira. No quisiera ser catastrofista, pero creo que le va a llevar mucho tiempo poder recuperarse al país.
- Falta poco más de una año para que se lleven a cabo las elecciones del 2012 ¿ qué espera usted de ese proceso?
- Yo no entiendo las alianzas entre el PRD y el PAN, que se junte la izquierda con la derecha. Me parece que el PAN no va a ceder, no van a dejar tan fácil el poder. Se van a aferrar. Y no me parece que el PRI sea una alternativa tampoco. PRI y PAN. Son lo mismo.
- Desde su punto de vista ¿qué hace falta para que cambien las cosas en el país y hacia donde debería ser el cambio?
- Hablando de partidos políticos, me parece que la única opción sería Andrés Manuel López Obrador (PT), pero sólo no va a llegar. Tendría que ser con una amplia alianza de organizaciones y fuerzas sociales, pero izquierda.
- ¿Y le parece López Obrador sí cumpliría con lo que planea en sus mítines y en su propaganda?
- No ha llegado. Le doy el beneficio de la duda. Hay que recordar que cuando fue Jefe de Gobierno de la capital del país realizó varios programas que beneficiaron a la población: la ayuda a las madres solteras, a los adultos mayores, las guarderías, etc.
- Habría que apuntar la necesidad de la organización desde abajo, desde el pueblo para forjar una alternativa a la sociedad actual. Ahí está el caso de Bolivia, donde por la vía electoral llegó a la presidencia un indígena cocalero, Evo Morales, apoyado por un movimiento amplio, el Movimiento al Socialismo (MAS) con un proyecto de transformación social. Y aunque allá se aprobó una Constitución Socialista, el pueblo no ha dejado de luchar. Por ejemplo los mineros hace poco realizaron una huelga general por aumento de salarios. Y el gobierno resolvió concedérselos.
En México los zapatistas y otros movimientos intentaron generar una alternativa de lucha anticapitalista, pero después de criminal represión contra San Salvador Atenco, ordenada por el ex presidente Vicente Fox y el gobernador del estado de México Enrique Peña Nieto, se produjo un repliegue. ¿Usted, como trabajador en lucha qué piensa del zapatismo, lo considera una alternativa?
- Parece ser que ya no existen. Yo lo que entiendo del movimiento zapatista es que fue un movimiento rural, de los pueblos indios del estado de Chiapas que al surgir en 1994 hacia un llamado a derrocar al gobierno. Hoy no sé si el ejército los tenga cercados o se encuentren en condiciones muy difíciles y por eso casi no se expresan. Pero habrá que ver qué pasa en los años que vienen.
Por cierto –añade- yo vivo a espaldas de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco (UAM-X) y recuerdo que ese año estuvo muy vigilada por judiciales y toda clase de policías porque se decía que Marcos dio clases ahí.