Carne, pollo y pescado, alimentos vetados en muchos hogares.
Microbuseros exigen aumento de un peso a la tarifa en siete rutas.
Laura Gómez Flores
Periódico La Jornada
Viernes 21 de enero de 2011, p. 39
La escalada alcista llevó ayer a amas de casa, desempleados, transportistas, estudiantes e integrantes de organizaciones sociales al Zócalo para exigir que cese el incremento de los precios de la canasta básica, se congele el costo de la gasolina, aumente un peso la tarifa del servicio colectivo y se apoye con alimentación y hospedaje a 200 jóvenes, para continuar sus estudios.
Desde las 10 horas se concentraron en el Zócalo, pese a la colocación de vallas por personal del Estado Mayor Presidencial, que impidió el acceso de microbuses y autobuses a la Plaza de la Constitución. Pero no pudieron evitar que la convirtiéramos en un manifestódromo, donde por igual se escucharon consignas en contra del gobierno capitalino, que del federal.
Amas de casa, desempleados e integrantes de organizaciones sociales se ubicaron frente a Palacio Nacional desplegando pequeñas cartulinas donde se leía No más hambre. El alza de 15 por ciento en promedio en los productos de la canasta básica ha provocado que en muchos hogares el consumo de carne, pollo y pescado esté vetado.
Víctor Manzanares, integrante del Congreso Popular y Ciudadano del Distrito Federal, que agrupa 71 organizaciones sociales, así como jefas de familia y gente sin empleo exigieronparar el alza de los productos de la canasta básica y la gasolina, y que se aplique un programa emergente en materia alimentaria”.
María del Carmen Ramírez, Fabiola Alejo y María de la Luz Rodríguez afirmaron que comer se ha convertido en un lujo, pues no hay dinero que alcance cuando todo sube. Tan sólo sopa, frijoles y tortillas para seis cuesta 80 pesos, más de un mínimo, y a eso debemos sumar 16 pesos dos veces por semana para comprar la leche de la Conasupo (Liconsa). Así que en vez de comer tres veces al día, sólo son dos, aunque te chillen las tripas.
Concesionarios de las rutas 9, 44, 40, 14, 10, 84 y 26 señalaron que esta escalada alcista también nos afecta, porque pagamos las alzas en diesel y gasolina, refacciones y multas fantasmas. El último aumento de 50 centavos a las rutas que se adhirieran a un programa de sustitución vehicular quedó desfasado.
Ubicados frente al edificio del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, exigieron con grandes mantas un peso de aumento a la tarifa, para mejorar el servicio y hacer frente a las letras de pago por la compra de autobuses, por los cuales muchos estamos en riesgo de caer en cartera vencida.
Mientras, integrantes del Frente Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR) exigieron a las autoridades capitalinas cumplan con su palabra de apoyarlos con un lugar dónde vivir y comida, a fin de que 200 jóvenes no trunquen sus estudios universitarios.
A más de un mes de solicitar por escrito este apoyo, no tenemos nada y ahora hasta nos mandan a los granaderos para acallar nuestra voz, cuando en otros estados se ha contado con el apoyo del gobierno local, afirmó Tito Ramírez García, dirigente del FNERRR, quien advirtió que de no obtener respuesta positiva, la próxima semana amanecerán en las puertas del edificio, porque no tenemos dinero para pagar una renta, ni para comer.