
Axel Plasa - Contralinea
Las actuales crisis del Estado-nación, financiera y social han generado la idea de que el modelo está en descomposición. Pero lejos de ser una coincidencia, se trataría sobre todo de un esquema general que busca renovar las bases mismas de la economía mundial. Esta última estaría en plena mutación de sus bases y fundamentos, sostiene el exagente de la KGB soviética, investigador y escritor nacido en Lituania, Daniel Estulin, en entrevista con la revista Contralínea.
Desde
la idea de que el petróleo pronto será parte de la historia, dado que
el esquema energético está cambiando hacia un modelo superior, basado en
material energético proveniente del espacio, hasta el hecho de que los
gobiernos nacionales cada vez son menos relevantes en sus competencias
frente a las empresas transnacionales la cuales están acaparando de
forma creciente el control de forma exclusiva sin injerencia alguna del
estado.
Estas tendencias también pasan por el
desmantelamiento por vía de terapias de choque, que mediante la
violencia hacen, o mejor dicho, aceleran este cambio, sin inmiscuir de
paso a los actores detrás de la cortina. La violencia está presente en
muchos sitios, y de muchas variables formas de representación, pero en
común tienen que pueden poner en jaque un gobierno legítimo, y
doblegarlo por la fuerza. La droga como medio de dominación se presenta
de forma muy conveniente, para quienes, de acuerdo a Estulin, buscan ese
propósito.
Su presencia y trasiego a través del
mundo pone a diario a prueba los sistemas internacionales, a los
gobiernos, a los legisladores, etcétera, quienes son impotentes ante tal
fuerza avasalladora, que es la de las bandas de criminales, que actúan
en connivencia con los servicios secretos de Estados Unidos, para que
desde el interior se desmorone la coherencia social de los países, en
vistas de que una vez que ésta descomposición se haya hecho presente en
el grueso de la población de ese país, la injerencia exterior sea
imposible de evitar.
Igualmente se puede decir que los países
de América Latina sean soberanos e independientes en todas sus
atribuciones. La presencia de instituciones como las estadunidenses
Agencia Central de Inteligencia (CIA) o la agencia antidrogas (DEA) en
ellos hace justamente que ellos sean los que aprueben o rechacen el
desarrollo en paralelo de estas mafias, que tienen un fin muy propio, el
de desmantelar desde adentro un país, y entregarlo a la iniciativa
privada internacional enteramente. No sin problemas ni resistencias se
dan estos procesos, pero en definitiva si se puede cooptar y neutralizar
los poderes constitucionales de un país, se puede este convertirse en
una plataforma perfecta para las operaciones necesarias para el arribo
de los estupefacientes a los mercados del primer mundo,
principales consumidores de estos productos (Estados Unidos, Unión
Europea). En este sentido existe una lógica abrumadora de recomposición,
y de destrucción de viejos mecanismos establecidos desde décadas en la
región.
Sin embargo no se puede decir que esto
sea exclusivo de América Latina o El Caribe, sino que esto incluye a
todas las regiones del mundo, según la valoración del entrevistado,
quien sostiene que por encima de las diferencias puntuales de cada país,
tenemos una tendencia existente de minimizar y debilitar a los poderes
legítimos de cada país, para entonces entregarlo por la vía de los
hechos a un selecto grupo de empresarios dispuestos a repartirse el
mundo, tal como lo hiciera en su momento el Papa Alejandro VI con las
bulas en exclusivo beneficio de España y Portugal.
En la actual configuración se observa
cómo la DEA y la CIA probablemente estén operando no sólo en México,
sino en toda América Latina, en busca de consolidar en apariencia la
“lucha contra el narcotráfico”; sin embargo, según Estulin, se trataría
de todo el contrario. El control de las drogas a nivel internacional
serviría para “meter a todos los países en un corsé económico, meter a
todo el negocio de la droga dentro de un corsé económico”.
El desmantelamiento es el objetivo de la
economía a nivel mundial, a cada uno su modelo propio, sea esto México,
Argentina, Irán, Rusia o la Unión Europea misma. Con toda evidencia se
viene una “crisis inducida”, para conseguir reducir la presión sobre los
recursos naturales del planeta por medio de la muerte de una parte de
la humanidad, como una selección natural en medio de una serie de
catástrofes mundiales de diferentes índoles, que serían en beneficio de
la “elite mundial”.
El espionaje como fenómeno mundial
existe desde el inicio de la historia, sin embargo ha evolucionado en la
forma tal que hoy en día tenemos una situación donde el acceso a la
información es más accesible que en el pasado. Nadie se escapa a la
tecnología, ni a sus consecuencias en la medida que entra en la vida de
cada vez más personas. Con los controles ocultos dentro de la red, se
puede por ende ejercer un control nunca antes visto sobre una cantidad
récord de personas conectadas a la red, las cuales carecen de todo medio
de resistirse a ellas. Insiste en que “echar la culpa a los chinos que
también tienen capacidades formidables en el espionaje, pero ninguno es
comparable con los estadunidenses o con los israelitas, porque a nivel
de tecnología Israel es el número 1 en alta tecnología en el mundo, no
hay nadie comprable”.

El Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) como servicio secreto en México se tiene que codear en su propia jurisdicción con la CIA, si no es que con la DEA, quienes desde México operan las redes de diferentes índoles que dominan el territorio en los hechos. Son también quienes de forma directa o indirecta consienten que el lavado de dinero se dé, facilitando de paso la entrada de dinero ilícito al sistema financiero internacional, que sirve entonces de “lubricante” de la economía mundial. El hecho de que llegue a los sitios más incomunicados, y no tenga verdaderas trabas, se debe una vez más a que es una forma de mantener sometidas poblaciones enteras, quienes no se desarrollan plenamente debido a su consumo desmedido. La cadena de factores no ayuda si se analiza de este modo la descomposición social que es la causante del rezago generacional y por ende de un país entero, como lo puede ser México, para salir del retraso económico, y convertirse en una economía más pujante y en crecimiento. Simplemente no parece interesarle a las elites poderosas que esto suceda a la brevedad.
En
definitiva si analizamos el rol de México en el mundo, y su posición
desde el Tratado de Libre Comercio firmado con Estados Unidos y Canadá,
éste no ha adquirido una posición de desarrollo de primer mundo, pese a
las promesas hechas por el entonces presidente Carlos Salinas, sino todo
el contrario. El proceso aparente de desmantelamiento está más avanzado
que en países del primer mundo industrializado, mas esto no implica que
los últimos también estén pasando por lo mismo a largo plazo.

Los que tengan los medios lo harán, los
que no estarán condenados a la miseria y posiblemente a la exclusión
social sobre la faz de la tierra, mientras que la elite viva en la luna o
en marte, lejos de la hecatombe terrenal dantesca. Si Estulin tuviera
razón, el futuro de la humanidad no parece muy optimista para nuestros
nietos y bisnietos en la faz de la tierra postapocalíptica, a menos que
estos también sean parte de la elite mundial en el exilio espacial.
Axel Plasa
TEXTOS RELACIONADOS: