El Correo Ilustrado-La Jornada
Hay iniciativas, como la del señor Madero, presidente del PAN, tendientes a prohibir total o parcialmente las marcha de protesta en el Distrito Federal. Como ya se ha documentado, 68 por ciento de las marchas son por problemas de otras entidades, lo cual nos revela, claramente, que las autoridades locales no pueden, no quieren o no saben resolver los problemas (todo ello grave).
Así que, lo mejor que se les ocurre a los evasores de responsabilidades, es prohibir el efecto de los problemas. ¿No sería mejor exigir la solución de los conflictos para evitar las marchas? Tanto a nivel local como a nivel federal es imprescindible resolver con un sentido democrático y con justicia. ¿Son capaces, nos preguntamos los ciudadanos, los gobernantes actuales de solucionar problemas o no están dispuestos a ello en aras de preservar intereses creados a costa del bien de las mayorías? Por lo que se aprecia, los ciudadanos ya están en marcha de diversas formas y las prohibiciones solo podrían atizar el descontento.
Eduardo del Castillo V.