24 septiembre 2013 | Ezequiel Flores Contreras | Proceso
TOTOMIXTLAHUACA, Gro. (apro).- Los habitantes de este ancestral lugar, asentamiento de indígenas mee phaa (tlapanecos), naa savi (mixtecos) y nahuas –donde la semana pasada el río Tamiaco partió por la mitad el poblado, devoró al menos 41 viviendas y dejó un promedio de 300 personas sin hogar– sobrellevan la tragedia sin ayuda oficial efectiva y en medio de la escasez de víveres, ausencia de energía eléctrica y vías de comunicación destrozadas.
A pesar de que el nivel de la corriente ha bajado considerablemente, el daño provocado a la cara del cerro donde se encuentra asentado el poblado es irreversible y continúan los desgajamientos.
Los habitantes siguen en vilo porque existe el riesgo de que colapsen al menos 80 viviendas más, ubicadas sobre la calle Independencia que se encuentra frente a lo que fue la calle Cuauhtémoc: un tramo de aproximadamente 250 metros que desapareció dejando un impresionante acantilado de 50 metros de altura sobre el cauce del río.
Hasta el momento ninguna autoridad gubernamental se ha presentado en el Totomixtlahuaca, municipio de Tlacoapa, para inspeccionar y acordonar la zona del desgajamiento del cerro que pone en riesgo a los 3 mil habitantes, principalmente a los menores.
Mientras los damnificados se mantienen en albergues instalados en planteles escolares y casas de familiares; el resto de los pobladores –hombres y mujeres– limpian a pico y pala los escombros que obstruyen el tramo carretero Tres Marías-Totomixtlahuca para poder acceder a la carretera federal Tlapa-Marquelia que, hasta el momento, sigue destrozada.
Al respecto, el comisario municipal de Totomixtlahuaca, Justo Peralta Soriano, urgió a las autoridades de los tres niveles a reparar esta importante vía que representa el principal acceso a este lugar de la región de la Montaña.
De ocurrir ello, podrían llegar al menos dos toneladas de víveres que han recolectado jóvenes estudiantes de este lugar que estudian en la ciudad de Chilpancingo y Tlapa de Comonfort, dijo en entrevista.
Hasta el momento las carreteras federales Tlapa-Marquelia y Tlapa-Metlatónoc se encuentran destrozadas y mantienen incomunicados a seis municipios considerados como los más pobres del país, entre ellos Metlatónoc, Cochoapa el Grande, Malinaltepec, Tlacoapa, Iliatenco y Acatepec.
Este martes, este corresponsal visitó Totomixtlahuaca, lugar que se ubica bajo condiciones normales a tres horas de Tlapa de Comonfort. No obstante, en esta ocasión se necesitaron siete horas para llegar al lugar alternando caminatas y abordar al menos tres unidades de trasporte público ante los destrozos que prevalecen en la carretera federal Tlapa-Marquelia.
La insistente exigencia de ayuda para atender la contingencia sanitaria y el desabasto de víveres ante la incomunicación provocó que las autoridades enviaran una brigada médica y despensas vía área, aunque de forma tardía.
Una de las enfermeras realizó el tortuoso recorrido de siete horas –sufragando personalmente los elevados costos de traslado– junto a reporteros y autoridades comunitarias de Totomixtlahuaca; estas últimas guiaron al grupo sobre una carretera parcialmente colapsada donde prevalecen derrumbes y hundimientos severos.
Durante el recorrido se constató el insuficiente esfuerzo oficial para rehabilitar las vías federales de comunicación en la región de la Montaña, a más de una semana de los estragos provocados por la tormenta Manuel.
En contraste con la actitud de las autoridades de los tres niveles, los pobladores, mujeres, jóvenes y hombres, organizaron brigadas de trabajo para despejar con pico y pala –algunos de ellos descalzos– la ruta que conecta los puntos de Tres Marías y Totomixtlahuaca.
En este lugar, que se encuentra parcialmente incomunicado vía terrestre, los jóvenes tienen acceso a Internet satelital en un singular centro de cómputo que funciona a través de generadores de energía eléctrica alimentados por gasolina.
El espacio, una pequeña vivienda de adobe y techo de teja, es administrado por el campesino Noé Galindo, desde donde se informó a través de las redes sociales sobre los estragos provocados por la tormenta Manuel durante el pasado fin de semana.
Las impactantes imágenes de un río arrasando medio poblado en la región de la Montaña se publicaron la noche del domingo 15 en las cuentas personales de Facebook del estudiante de nivel bachillerato Vicente Rosas, y los jóvenes campesinos Aristeo Ramón y Arquímides Díaz, todos originarios de Totomixtlahuaca.
De inmediato, las fotos se difundieron masivamente en redes sociales y medios de comunicación tradicionales, sin reparar en dar el crédito correspondiente a los jóvenes que tomaron las gráficas en el momento que ocurría la tragedia.
De esta manera se pudo conocer la dramática situación que se vivió en Totomixtlahuaca y la cabecera municipal de Tlacoapa, donde la corriente de cuatro ríos crecidos partió ambos poblados, arrasando viviendas y dejando cientos de damnificados.
Inmediatamente, familiares que radican en distintos puntos del país y el extranjero reaccionaron enviando dinero para comprar y trasladar víveres a la zonas devastadas de Tlacoapa.
Hasta ahora, sólo se ha podido trasladar aproximadamente media tonelada de alimentos y medicamentos, recolectados por los lugareños, mediante aeronaves de la Marina, indicó el comisario municipal.
No obstante, al menos dos toneladas más de víveres acopiados por estudiantes de Totomixtlahuaca siguen en Chilpancingo y Tlapa, en espera de que las autoridades autoricen su traslado aéreo, trámite burocrático que se ha prolongado ocho días, reprochó Peralta Soriano.
Por ello, el comisario municipal de Totomixtlahuaca insistió en exigir una solución inmediata para evitar que los alimentos se desperdicien.
En este lugar, donde no ha dejado de llover, los pobladores mitigan la tragedia participando en las festividades de San Miguel Arcángel, ambientada por la banda de música local La Lumbre, y que culmina el próximo domingo 29 con una procesión que este año no podrá recorrer la mitad del pueblo que se tragó el río.
Fuente: Proceso
Fuente: Proceso