25 febrero 2013 | Arturo Rodríguez García | Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- La descomposición del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), se puso de manifiesto una vez más, cuando los comisionados del organismo comparecieron en el Senado de la República para dar respuesta a los cuestionamientos de los legisladores.
Luego de que en enero pasado la elección del presidente del organismo se marcó por las declaraciones del comisionado Ángel Trinidad relativas al presunto conflicto de intereses en que está implicada la comisionada Sigrid Arzt Colunga, así como otros señalamientos, la comparecencia de hoy puso al descubierto algunos episodios que aún no se han hecho públicos sobre lo ocurrido.
El caso, conocido como “Piedras Verdes”, ha colocado bajo escrutinio a la comisionada Sigrid Arzt, quien supuestamente habría solicitado información sensible de seguridad y también sobre sus compañeros comisionados del IFAI, a través del uso de un alias. Luego, al interponer recursos de revisión ante el organismo del que forma parte, habría votado a su favor los asuntos.
Los comisionados Ángel Trinidad y Jacqueline Peschard Mariscal, debieron ratificar una declaración hecha por escrito al Senado y al Órgano Interno de Control que lleva el caso: que la comisionada Sigrid Arzt admitió ante Peschard que había utilizado los alias para solicitar información.
Según la explicación que Ángel Trinidad dio a los senadores, Jacqueline Peschard lo citó en noviembre para decirle que Sigrid Arzt había reconocido el uso de los alias y que, inclusive, ella había dicho que ya había investigado la sanción que consistía en una amonestación pública.
A lo largo de la comparecencia, Arzt Colunga había rechazado haber interpuesto las solicitudes y utilizados esos alias. Inclusive, bajo presión del perredista Armando Ríos Piter, admitió que se había utilizado su computadora pero no que ella hubiera elaborado las solicitudes.
No obstante, Arzt Colunga insistió en justificar lo ocurrido no como un problema de conflicto de intereses, sino como uno de vulnerabilidad informática, por lo que solicitó se investigue desde esa perspectiva y reprochó a Peschard que durante el tiempo en que fue presidenta del IFAI y conoció el caso, no atendió esa vertiente.
Inclusive, Arzt descalificó el informe rendido por el director de sistemas del IFAI, al considerar que en un caso así, se debía atraer a un tercero especializado para que emitiera una opinión.
Los puntos de acuerdo entre comisionados se ubicaron en la insistencia por asentar que las discrepancias son naturales y que el IFAI funciona con normalidad.
Pero las discrepancias salieron a relucir cuando los senadores cuestionaban a los comisionados y cada uno de los temas abordados por Ángel Trinidad el 21 de enero, fueron retomados por los senadores de las comisiones unidas de Gobernación y Anticorrupción, y Participación Ciudadana del Senado.
Salió a relucir el tema de los viajes internacionales, motivando inclusive la mención de los montos asignados a cada uno por los viajes y las discrepancias en la amplitud de los informes que rendían tras cada comisión internacional.
Cada uno de los comisionados dio su punto de vista sobre lo ocurrido:
Para Gerardo Laveaga, fue electo en un momento difícil pero de manera democrática y, atribuyó las desavenencias a que cada uno de los comisionados “tienen personalidades muy fuertes”
Para María Elena Pérez-Jaén, las discrepancias son naturales y el IFAI ha cumplido cabalmente con su función, aporte a la democracia y una serie de logros, como el haber vencido inercias.
Ángel Trinidad admitió que el motivo por el que estaban ahí eran sus declaraciones de enero, pero asentó que no había nada raro en ello, pues todos los días hay actores políticos que se quejan y no pasa nada, porque forma parte de la normalidad.
En tanto, Jacqueline Peschard Mariscal admitió que el IFAI vivía una coyuntura difícil y atribuyó la situación a que el relevo, independientemente de la coyuntura de elección, se debía a que el organismo se encontraba transitando hacía su autonomía constitucional.
Durante los cuestionamientos, los comisionados evadieron dar respuestas o hicieron consideraciones generales. Por ejemplo, cuando Mónica Arreloa preguntó a Peschard qué estaban haciendo para superar el conflicto, la comisionada dijo que resolvían recursos.
Cuando se le cuestionó a Trinidad Zaldivar sobre el significado de su declaración sobre el rezago en las resoluciones, el comisionado respondió citando el Diccionario de la Real Academia Española, pero no pormenorizó la situación de rezago en el trabajo de cada una de las ponencias.
Cuando Ana Gabriela Guevara denunció que habían desaparecido información de la página del IFAI, nadie le dio respuesta y cuando el senador Alejandro Encinas mencionó la licitación para contratar un outsourcing sin apego a las reglas de operación, nadie asumió la respuesta.
En lo que siempre estuvieron de acuerdo los comisionados fue en considerar que no debían ser removidos, aunque no por interés personal.
“Mina y se deteriora la credibilidad de las instituciones”, dijo Peschard sobre una posible remoción y, palabras más o menos, el resto de los comisionados asumieron la misma posición.
Fuente: Proceso
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