viernes, 17 de febrero de 2012

Economía: ¿fuerte, sólida? / Calderón: 1.48% a duras penas / Deuda pública, fuera de rango

Carlos Fernández-Vega-México SA
El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, tuvo a bien notificar a los mexicanos que la economía nacional se mantiene fuerte, sólida, y que en este agitado 2012 puede transitar con éxito. Qué tranquilidad da saber que en el Olimpo tecnocrático todo funciona de maravilla y que todo se ve color de rosa, pero siempre queda la duda: una economía que a duras penas registra una tasa promedio anual de crecimiento de 1.48 por ciento en los últimos cinco años, los del calderonato, ¿en serio puede calificarse de fuerte, sólida y todavía augurar un tránsito exitoso en este candente año?

Más allá de la dosis de optimismo que el voluntarioso doctor catarrito pretendió repartir entre los siempre incrédulos mexicanos –por ser ellos los que sobreviven en el México real, es decir, el que está totalmente alejado del Olimpo tecnocrático–, la respuesta, sin quererlo, la ofreció el propio gobernador del Banco de México: en 2012 y 2013 sólo será creada la mitad de los empleos formales que demanda la incorporación de jóvenes al mercado de trabajo, en un entorno en el que, según datos mostrados este miércoles por el funcionario, el desempleo se mantiene arriba del nivel previo a la crisis de 2009 y el ingreso de los trabajadores ha resentido pérdidas de poder adquisitivo por tres años consecutivos –cuando menos, agrega este tecleador– (La Jornada, Roberto González Amador).

Una economía que no crece, que no distribuye el ingreso, que no procura el mínimo bienestar para su población, que es incapaz de generar empleo formal suficiente y bien recumenrado, entre otros requerimientos, todo ello aderezado con más de la mitad de la población en la pobreza y la miseria, ¿en serio es fuerte, sólida y, además, exitosa? ¿En qué país creen vivir funcionarios como el citado? (quien lamentablemente no es la excepción, sino la regla entre el equipo de gobierno), porque en el México real la cosa está del llanto. ¿Tales funcionarios se habrán enterado que esta república es habitada por personas de carne y hueso?

Para rematar, el gobernador Carstens dijo que, sin duda, la economía de México va a crecer (este año) por encima del promedio mundial, algo que por lo demás –de concretarse– no sería ninguna maravilla, pues todas las espectativas sobre el comportamiento económico internacional se han desplomado (2.5 por ciento, en el mejor de los casos). Lo que sí queda claro es que la fuerte, sólida y exitosa economía mexicana reportaría un crecimiento sustancialmente inferior al pronosticado para Haití en 2012, de acuerdo con los pronósticos de la Cepal (los del FMI y del Banco Mundial son aún menores) y si las cosas van bien avanzaría en línea con el resultado de la economía nicaraguense, ninguna de las cuales promueve su fortaleza y solidez.

El optimismo, pues, para mejor ocasión, sobre todo después de que el Inegi dio a conocer el resultado oficial sobre el comportamiento económico nacional a lo largo de 2011, año durante el cual el avance habría sido de 3.9 por ciento (30 por ciento menos que en 2010), de tal suerte que en el quinquenio de para vivir mejor la tasa promedio anual de crecimiento es de 1.48 por ciento, aún menor a la reportada por Vicente Fox para el mismo periodo de su estancia en Los Pinos y la más reducida desde tiempos de Miguel de la Madrid, proporción que no ayuda a sostener la citada tesis de fortaleza, solidez y, para rematar, éxito.

Sirvan los siguientes comparativos para constatar cómo el modelito económico y la exitosísima tecnocracia han tratado a los mexicanos en materia de crecimiento económico: en cinco años de estancia en Los Pinos, José López Portillo registró una tasa promedio anual de crecimiento de 7.96 por ciento; en igual lapso, Miguel de la Madrid a duras apenas alcanzó 0.15 por ciento; 3.8 por ciento en el caso de Carlos Salinas de Gortari; 2.87 por ciento con Ernesto Zedillo; 1.8 por ciento en tiempos de Vicente Fox, y 1.48 por ciento con Felipe Calderón. En tres décadas de más a menos, cuando el país requiere 6 por ciento anual sostenido para comenzar a salir del hoyo, y entre el autodenominado último presidente de la Revolución y el actual inquilino de Los Pinos se observa un abismo de 5.4 tantos, con lo que socialmente ello significa. Entonces, ¿fuerte, sólida y exitosa?

De acuerdo con la información divulgada ayer por el Inegi, el sector servicios se mantiene como el motor de la escuálida economía nacional. La producción agrícola se desplomó y la industrial resultó sustancialmente menor a la de un año antes. El grueso de la población se ocupa en el sector servicios, y cada día que pasa se produce menos, tanto en el campo como en las fábricas. El país no produce, pero eso sí qué servicial es.

Por cierto, otro elemento a destacar de la revisión de la Cuenta Pública 2010, de la Auditoría Superior de la Federación: la deuda del gobierno federal ascendía, al 31 de diciembre de 2010, a 3 billones 594 mil 942.7 millones de pesos, los que sumados a la deuda de los organismos de control presupuestario directo por 730 mil 66.7 millones de pesos, a la deuda de la banca de desarrollo por 120 mil 445.4 millones de pesos, a la deuda contingente de Pidiregas de la Comisión Federal de Electricidad por 316 mil 606 millones de pesos y al pasivo del IPAB (Fobaproa) por 774 mil 589.4 millones de pesos, alcanza un total de 5 billones 536 mil 650.2 millones de pesos, que representan 42.3 por ciento del producto interno bruto. Es importante mencionar que el Fondo Monetario Internacional recomienda que la deuda pública de los países emergentes se mantenga en un rango de 25 a 30 por ciento del PIB, por lo que en 2010 México superó el límite superior de ese rango en 12.3 puntos porcentuales. Y algunos dicen que el problema de la deuda pública ya se superó.

Si de sandeces se trata, allí está el inquilino de Los Pinos recomendando a los mexicanos que consuman menos energía eléctrica, porque está muy cara. Ahora se sabe a detalle de dónde sacó Ernesto Cordero, en plena crisis de 2009, aquello de que la mejor forma de sortear la bronca era que los mexicanos se saltaran una comida al día. Por algo se quieren tanto.

Y en México también hay milagros: nadie sabe cuándo pondrá el primer ladrillo de la tan anunciada refinería Bicentenario, en Tula, Hidalgo (todavía no pueden terminar de construir la barda perimetral), pero Petróleos Mexicanos ya anunció quién se beneficiará con el contrato: ICA Fluor Daniel.

Las rebanadas del pastel

Un enorme, queredonso, apapachador y solidario abrazo para mi querido huasteco, por el lamentable fallecimiento de su señora madre, doña María López Soria.