22 enero 2012 | Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- La tortura y las amenazas de muerte son prácticas comunes utilizadas regularmente por las fuerzas armadas de México contra aquellas personas acusadas de haber cometido algún delito, según el Informe Mundial 2012 de Human Rights Watch (HRW), difundido este domingo.
El reporte destaca también que tanto delincuentes como miembros de las fuerzas de seguridad atacan deliberadamente a periodistas, defensores de derechos humanos y migrantes.
“La tortura continúa representando un problema grave y en general estos hechos se producen en el periodo entre que las víctimas son detenidas arbitrariamente hasta que son puestas a disposición de agentes del Ministerio Público”, detalla el informe de la organización dedicada a defender los derechos humanos.
Agrega que la tortura, que incluye golpizas, la asfixia con bolsas de plástico y por ahogamiento y las descargas eléctricas, es una práctica que se ha perpetuado en México debido a que los jueces aceptan confesiones obtenidas mediante tortura o malos tratos.
También porque las autoridades no exigen que se practiquen exámenes médicos para evaluar el estado físico y psicológico de las víctimas y porque la mayoría de los casos de tortura no son investigados, indica HRW.
El reporte critica el papel del Ejército en la Estrategia Nacional de Seguridad, implementada por el gobierno de Felipe Calderón en diciembre del 2006 para combatir a la delincuencia organizada.
Destaca que los militares “han cometido graves violaciones a los derechos humanos, como ejecuciones, torturas y desapariciones forzadas”, expone el documento.
Al presentar el informe en El Cairo, Egipto, la directora de Comunicación de la organización, Emma Daly, dijo que las fuerzas armadas de México no están bien entrenadas para combatir a la delincuencia organizada y que gozan de impunidad cuando cometen abusos.
“La violencia ha aumentado horrorosamente en México en los últimos años y no hay un sistema para juzgar a los militares de forma que haya justicia”, señaló Daly.
Aunque no da cifras, el informe indica asimismo que se ha producido “un incremento alarmante de la cantidad de homicidios” por las pugnas entre las diversas agrupaciones del crimen organizado.
El reporte también señala que México ha fallado en proteger a grupos vulnerables como periodistas, migrantes y defensores de los derechos humanos.
Explica que esos grupos son blanco de organizaciones criminales y de los cuerpos de seguridad, y que el gobierno del presidente Calderón no les ha brindado las medidas de protección adecuada ni ha realizado las investigaciones por los crímenes en su contra.