Andrea Becerril y Víctor Ballinas | Periódico La Jornada | Jueves 20 de octubre de 2011, p. 17
El influyente movimiento de los indignados que recorre el mundo,
El acto se convirtió en un homenaje al poeta, en el que González Pedrero señaló que hace falta Octavio Paz
tarde o temprano va a ocurrir en México, sostuvo Enrique González Pedrero, al hablar durante la ceremonia de inauguración del auditorio Octavio Paz, en el Senado.
El acto se convirtió en un homenaje al poeta, en el que González Pedrero señaló que hace falta Octavio Paz
para ayudar a reflexionar sobre los tiempos que vienen, que ya casi están aquí.
El escritor y politólogo tabasqueño recalcó que quedó el método de Octavio Paz y hay que emplearlo, en una situación como la actual, en que los jóvenes, los indignados,
están tratando de inyectar vigor a la debilitada política nacional, por medio de la concentración, de la manifestación popular.
Preguntó si los jóvenes del mundo entero podrán unir fuerzas y formar un poder global que conduzca al mundo a resolver la contradicción entre la economía que comenzó siendo doméstica y la política, “que viene de polis, lo público por excelencia”.
González Pedrero recalcó en su discurso que
algo está gestándose en el mundo globalizado de nuestros días por una grave contradicción: los poderes económicos son globales, pero el Estado sigue siendo nacional.
En manos de los jóvenes, recalcó,
está la verdad de México. En su discurso, se congratuló por la idea de la Comisión de Cultura, de que uno de los auditorios del nuevo edificio del Senado lleve el nombre de Octavio Paz. “Nada mejor, pues, que un espacio dedicado a la reflexión, al intercambio de ideas, a meditar en la soluciones de los complejos problemas de México, lleve el nombre del autor de El laberinto de la soledad y de otras grandes creaciones como El ogro filantrópico, Las trampas de la fe, Libertad bajo palabra o Piedra de sol, para citar unos cuantos libros incluídos en los gruesos volúmenes de sus Obras completas”.
En la ceremonia, el presidente del Senado, el panista José González Morfín, aludió a la necesidad de seguir el ejemplo del poeta y
anteponer la luz de la razón y la crítica ante dogmatismos y fanatismos de cualquier naturaleza.
La viuda del poeta, Marie Jo Paz, acompañó a Manlio Fabio Beltrones y González Morfín a develar la placa alusiva al nombre del auditorio de la sede de Reforma e Insurgentes.