El 11 de octubre de 2009 Felipe Calderón decretó la desaparición de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) argumentando que el costo de la paraestatal era demasiado para los mexicanos. Cerca de 40 mil trabajadores de LyFC se quedaron sin empleo y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es quien se encarga de suministrar energía al centro del país desde entonces.
Otro de los alegatos para desaparecer LyFC fue que daba un pésimo servicio.Antonio Gersherson, columnista del periódico La Jornada y ex funcionario del Gobierno del Distrito Federal, conoce de cerca los vericuetos de la industria eléctrica y confirma que los problemas del servicio se multiplicarán, eso sin contar con el desastre que provoca desemplear a decenas de miles de trabajadores.