Por todo el país las quejas y demandas contra CFE se multiplican. Y es que, como no se da abasto y contrata empresas para reparaciones y mantenimiento de la red, necesita más dinero y la ruta más fácil es asaltar a los usuarios
Calderón y el PAN no resolvieron problemas. En cambio, crearon más, como la extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro que, con todas sus anomalías, en un 80 por ciento atendió eficazmente su área de competencia. Y de paso, Calderón y los suyos, presentados como quienes promoverían más empleo, echaron a la calle a estos trabajadores, trasladando a la Comisión Federal de Electricidad sus actividades.
Logrando que a la fecha, CFE no pueda atender el servicio eléctrico y para resarcirse de los gastos, intencionalmente cobra, no por errores ni por abusos, sino por raterías, los precios que le viene en gana.Las familias consumen lo mínimo, empero les llegan los recibos exigiendo miles de pesos, con el ultimátum de cubrir el importe en menos de diez días y no hay poder (la Procuraduría del Consumidor, en manos de una panista, para nada sirve, con su tortuoso y lento proceso), que logre parar a esos ladrones (no los trabajadores, obviamente). La burocracia de alto nivel, acatando órdenes de Calderón y el novato director de CFE, fijan los precios para, ahora, en el “año de Hidalgo” irse con los bolsillos llenos.
Logrando que a la fecha, CFE no pueda atender el servicio eléctrico y para resarcirse de los gastos, intencionalmente cobra, no por errores ni por abusos, sino por raterías, los precios que le viene en gana.Las familias consumen lo mínimo, empero les llegan los recibos exigiendo miles de pesos, con el ultimátum de cubrir el importe en menos de diez días y no hay poder (la Procuraduría del Consumidor, en manos de una panista, para nada sirve, con su tortuoso y lento proceso), que logre parar a esos ladrones (no los trabajadores, obviamente). La burocracia de alto nivel, acatando órdenes de Calderón y el novato director de CFE, fijan los precios para, ahora, en el “año de Hidalgo” irse con los bolsillos llenos.
Por todo el país las quejas y demandas contra CFE se multiplican. Y es que, como no se da abasto y contrata empresas para reparaciones y mantenimiento de la red, necesita más dinero y la ruta más fácil es asaltar a los usuarios, quienes deben pagar o les cortan el suministro y perder su tiempo para llamar por teléfono o acudir a las ventanillas de CFE donde les inventan que sus medidores funcionan mal, que tienen fugas de electricidad, que gastan mucho y mil pretexto más, con tal de no solucionar el problema. Así que consumidores y organizaciones han empezado a movilizarse para presionar a las autoridades, ya que no hay otro método.
La lucha es contra el gobierno federal de Calderón y el PAN, a sabiendas de que, ya de salida y dispuestos a llevarse cuanto puedan, no resuelven las demandas y siguen saqueando a las familias y a medias y pequeñas empresas. Las demandas ante los tribunales duran años para resolverse. Así que no hay otro medio que, asidos al Artículo 9 constitucional, de nuestra Ley Fundamental, salir a las calles para protestar contra esos actos de autoridad. Es la sociedad, con sus estratos sociales bajos y medios (los ricos, bien gracias), la que debe actuar con movilizaciones populares. Es necesario detener a esos rateros (Calderón, los panistas y sus élites de mando), que empobrecen más a la población.
Los calderonistas, como antes los foxistas, creyentes del libre mercado, dejaron la economía en manos de ladrones que se dicen banqueros, empresarios y patrones quienes, con los supermercados extranjeros y nativos, roban a los mexicanos orillándolos a la rebelión. Calderón y el PAN han abierto miles de frentes contra el pueblo que padece toda clase de robos ante los cuales no hay más opción que masivamente ganar las calles, protestar y resistir en sus acciones hasta doblegar a funcionarios ladrones. Y es que si los priistas eran corruptos, los panistas, más que corruptos, son rateros.