Ignacio Álvarez Hernández | 12 julio 2011 | UnoMasUno
El negocio privado es absoluto y ha generado frecuentes denuncias de corrupción, no solamente en la asignación de contratos, sino en la venta de los insumos que esas empresas generadoras de energía eléctrica consumen: esencialmente gas natural importado de Perú y carbón mineral también importado, se abunda.
César Augusto Santiago denuncia en la solicitud que "el pueblo de México paga los costos de este negocio y ha sufragado cantidades exageradas de dinero, en manos de estas empresas españolas".
La generación de energía privada está ya a la par de la generación de energía eléctrica que el Estado realiza con sus presas que es limpia y mucho más barata que la que los empresarios españoles, se agrega.
Se puntualiza que para mantener este negocio privado, la CFE ha acumulado una deuda que ahora se pretende convertir en pública. "No paga un centavo de impuestos, los derechos que tienen la obligación de pagar se los condona vía subsidios".
La Comisión Federal es magra en los proyectos de generación de energía eléctrica del Estado, pero ávida en el contratismo privado, que ha generado escándalos de corrupción en Estados Unidos que, por supuesto aquí en México, las autoridades de la PGR y de la Función Pública no han tenido la intención de investigar a profundidad, se enfatiza.
En el documento se resalta que la sociedad paga todo este derroche con tarifas injustas, inexplicables, que tienen dos problemas gravísimos: el diseño tarifario y la manera en que se cobran.
Se añade que en la Cámara de Diputados hay más de 100 puntos de acuerdo, peticiones y requerimientos para resolver el problema, pero en la Comisión Nacional de Tarifas se resolvería el problema de las tarifas y se evitaría la recurrencia a la protesta ciudadana, a la resistencia civil y a todas las formas de amparo, huelgas, paros o incluso tomas de carreteras y protestas de este tipo que se han dado y se dan en todo el territorio nacional.