CFE compra el 90% del carbón que se producen en la semiesclavitud.
No cuentan con detector de gas.
Por Regina Vargas
Los conocidos “pocitos” que se encuentran en la zona carbonífera de Coahuila, carecen de tecnología de punta para detectar gases, por lo que miles de mineros están en riesgo de que puede ocurrir otro accidente, como el del pasado 3 de mayo, donde perecieron 14 trabajadores, denunció la Alianza Minera, al pronunciarse porque la Comisión Federal de Electricidad no compre carbón de empresas que operan ilegalmente.El dirigente de esta organización, Héctor Jiménez Coronado, lamentó que Los secretarios del Trabajo, Javier Lozano, y de Economía, Bruno Ferrari, están más preocupados en su futuro político que en cumplir con su trabajo.
La Alianza advirtió que decenas de pozos mineros que se encuentran en la región carbonífera de Coahuila siguen laborando en la ilegalidad y carecen de tecnología de punta para detectar la presencia de gases, por lo cual podrían producirse nuevos accidentes como el ocurrido en Sabinas, en donde perecieron 14 trabajadores.
En opinión de Jiménez Coronado la Comisión Federal de Electricidad tiene la obligación de verificar que el carbón que adquiere no provenga de empresas privadas que operan de manera irregular.
“De no haber un cambio radical en el proceso de producción y compra del mineral por parte de la CFE, esta se mantendría como cómplice de los accidentes ocurridos en las minas de Coahuila, que de 1988 a la fecha, han provocado la muerte de 149 trabajadores”, opinó.
De acuerdo al coordinador de la Alianza Minero, el accidente ocurrido recientemente en Sabinas, confirmó que alguna proporción importante del carbón adquirido por la CFE es extraído de manera ilegal, situación que no ha sido revisada adecuadamente por el Gobierno Federal.
Por lo que consideró que el simple hecho de haber quitado la concesión y clausurado el pozo de carbón de Sabinas, no significa que muchos de los llamados “pocitos” existentes en Coahuila, no operen en condiciones que hacen propicio otro accidente en cualquier momento.
A decir de Jiménez, difícilmente Lozano y Bruno Ferrari podrán brindar una explicación creíble, cuando comparezcan ante la Cámara de Diputados para explicar la situación que prevalece en la zona carbonífera de Coahuila y por qué se permite la operación de muchas seudo empresas mineras.
El dirigente de 14 mil agremiados de 23 mil con que cuenta dicha organización, afirmó que se requiere una reestructuración completa de las pequeñas empresas que operan en la región carbonífera de Coahuila para que dichas empresas operen de manera legal y ofrezcan condiciones de seguridad a sus trabajadores.
Jiménez Coronado subrayó que a Napoleón Gómez Urrutia, líder auto impuesto del Sindicato Minero, no le interesa la sindicalización de trabajadores de pequeñas empresas e incluso propicia el trabajo de tercerías, como ocurrió en Pasta de Conchos, en donde apoyó el trabajo de mineros de empresas privadas, que no estaban suficientemente capacitados, lo cual contribuyó al accidente ocurrido en esas instalaciones.
El dirigente de la AMN puntualizó que las autoridades federales deben aclarar quienes son los auténticos propietarios de los “pocitos”, ya que estos contratan a “presta nombres” que automáticamente desaparecen en cuanto ocurre un accidente, del cual nadie responde.
Recordó que desde febrero pasado la AMN denunció que en la zona carbonífera de Coahuila prevalecía la operación de “pocitos” que representaban un peligro para la seguridad de los trabajadores, pero ni las autoridades federales ni las locales hicieron algo para clausurar este tipo de instalaciones.