Reuters
Viernes 20 de mayo de 2011, p. 30
El nivel de empleo está prácticamente estancado, afirmó Alejandro Villagómez, economista del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Es verdad que en las etapas más tempranas de una recuperación, la creación de empleos se inclina más hacia los bajos salarios. Es el caso de México, comentó por su parte Nicola Brandt, economista senior de la
OCDE para México. La tibieza del mercado laboral ha tenido su lado positivo al no estar generando presiones de demanda,
pese a que según el banco central la brecha del producto se cierra con rapidez. De hecho, la entidad monetaria confía en que los precios oscilarán entre 3 y 4 por ciento en 2011 y 2012, pero factores volátiles como los precios de los combustibles y las materias primas podrían descarrilar sus cálculos. En este escenario comienza a cobrar más fuerza la posibilidad de una desaceleración no tan liviana en Estados Unidos, sobre todo en sus sectores de vivienda e industria, los mismos culpables de la peor recesión en México en 15 años. Esa amenaza afectaría directamente a la industria mexicana de manufacturas, hasta ahora el pulmón de la recuperación económica, pese a que opera al 60 por ciento de su capacidad, según Sergio Cervantes, líder de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación.