18 de abril de 2011
José Luna / El Sol de México
Ciudad de México.- La Confederación Nacional Campesina (CNC) no retirará su respaldo al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) luego de los disturbios violentos provocados en la capital del país la semana pasada por sus integrantes, quienes advirtieron que intensificarán sus acciones de protesta.
Ante la indiferencia e incumplimiento de ofrecimientos por parte del Gobierno federal, la CNC apoyará las corrientes progresistas que defiendan los derechos de los trabajadores del embate a las conquistas laborales, sostuvo en entrevista su dirigente Gerardo Sánchez.
En opinión del también Diputado federal, el Gobierno ha ocasionado todos esos problemas dándole además "muchas vueltas a sus promesas".
Por otra parte, la diputación campesina demandó la renuncia de Gustavo Merino Juárez como director de la Financiera Rural, tras asegurar que no cumple con los requisitos mínimos establecidos por la ley para ocupar el cargo y porque ha convertido a la institución "en una caricatura, pues es burocrática, inoperante, insensible y con funcionarios sin vocación de servicio".
Con relación al conflicto de los electricistas, expresó que la conducta violenta desplegada es porque "están desesperados por su fuente de empleo; los han agredido, han perdido sus garantías. ¡No pueden quedarse con los brazos cruzados!".
Así lo dijo respecto a los automóviles quemados y otros destrozos causados, aparte de alterar el orden público aún más de lo caótico que resulta la cotidianidad en la megaurbe.
Sánchez García insistió en que ambas partes deben sentarse a dialogar y establecer mesas de trabajo, pero que garanticen el cumplimiento de los acuerdos para una solución adecuada a su demanda de fuentes de empleo.
"¿Dónde quedaron las promesas gubernamentales, de la Secretaría del Trabajo?, Fueron simple engaño al pueblo de México y como consecuencia la irritabilidad provocó eso (los desmanes). Hemos dicho que si al campo no se le pone la atención que necesita, corremos el riesgo de que brote la violencia", acotó.
En cuanto a la exigencia de la renuncia del titular del FIRA, informó que la demanda es uno de los principales resolutivos del Consejo Político Nacional cenecista rumbo a la reforma profunda al campo, donde se concluyó que es urgente la reestructuración del agro, tal y como lo exige la población rural.
Estableció que se requieren nuevas instituciones, reformar otras y convertir al Estado en rector del desarrollo del campo, que contemple una banca de desarrollo y de fomento que lo financie a tasas preferenciales.
Subrayó que con la actual dirección de la Financiera Rural el crédito a los campesinos se ha derrumbado hasta en 80 por ciento, ya que con el Banrural hasta 1989 se financiaba con préstamos a los productores de alrededor de seis millones 590 mil hectáreas, cifra que en la actualidad no abarca ni siquiera dos millones de hectáreas.
"La Financiera Rural es una banca del Gobierno que no sabe para lo que fue creada, lo que se prueba en que sólo apoya a los productores con mejores y mayores recursos y deja fuera a más de cuatro millones de campesinos, la mayoría minifundistas, que configuran al sector social agropecuario del país", puntualizó.
Lo peor, destacó, es que les piden trámites que duran más de medio año para que a final de cuentas les nieguen los préstamos, lo que indica que para avanzar en la reforma profunda al campo se necesitan buenos instrumentos de gobierno y esas herramientas son las instituciones.
La banca de desarrollo y en especial la Financiera Rural forman parte de ella, y como está se ha convertido en una traba, en un estorbo para apoyar al campo, no tiene caso que exista, concluyó.