Al Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana
Al Comité Central del Sindicato Mexicano de Electricistas
Primeramente, les extendemos nuestro saludo fraterno y nos disculpamos porque compromisos previos ineludibles nos han impedido estar presentes en este importante evento, en la ciudad de Morelia, Michoacán.
Hemos recibido con una importante expectativa la noticia del pacto suscrito el pasado 11 de febrero por los dirigentes de sus organizaciones.Por sí mismo, el documento reviste una enorme trascendencia por tratarse de dos de las organizaciones sindicales más antiguas y con una historia colmada de trascendentales episodios de lucha, que marcaron el devenir no únicamente de la vida de generaciones enteras de mineros y electricistas, sino del conjunto de trabajadores en México.
Igual de trascendente es el hecho de que dos de las organizaciones que han padecido la más violenta ofensiva antilaboral y antisindical suscriban un acuerdo de solidaridad mutua, para contribuir al triunfo de sus luchas.
No es casual, como se advierte en el documento que conocimos, que las batallas que libran electricistas y mineros haya concitado la solidaridad activa de tantos trabajadores en todo el mundo. No sobra decir que gracias a la atracción de tantas miradas, otros sindicatos y nuestros conflictos nos hemos hecho más visibles en nuestro país, a tal punto de inspirar la acción coordinada de varias centrales sindicales globales en la primera quincena de febrero pasado, con el objetivo de fortalecer al sindicalismo genuino en nuestro país.
Nuestra organización está por cumplir 70 años, pero ha sido la última década en la que hemos tenido que enfrentar duras pruebas, nuestra propia existencia ha estado en riesgo. Somos un pequeño sindicato, que en el mejor momento de años recientes ha llegado a los mil 200 agremiados; pero nos podemos sentir orgullosos de haber librado una batalla exitosa en defensa del Contrato Ley de la Industria Hulera.
Para lograrlo, además de contar con la propia resistencia de nuestros compañeros, nos hemos apoyado en la valiosa solidaridad de organizaciones a nivel nacional e internacional. Particularmente, del SME y del Sindicato Minero hemos recibido el apoyo incondicional que contribuyó a librar favorablemente las más recientes andanadas patronales en contra nuestra.
Por nuestra parte, hemos retribuido esa solidaridad siempre que hemos podido, con la convicción de que la mayor unidad de los obreros, de todos los trabajadores, contribuiría a cambiar este país en beneficio de las mayorías.
Deseamos sinceramente que el esfuerzo genuino de sus organizaciones se encamine a propiciar esa unidad que requerimos los trabajadores, sobre todo, basada en los principios que están enunciados en el documento y que no sólo compartimos, sino que valoramos como legado de las luchas más memorables de los trabajadores en México y el mundo, un legado que debemos asumir y preservar.
Por eso, interesados en discutir más a fondo sobre las propuestas que cierran el texto y la posibilidad de sumarnos a la iniciativa convocada por ustedes, los invitamos a viajar a San Luis Potosí, donde los recibiremos con gusto y deseosos de llegar a los mejores acuerdos.
A su vez, reconociendo el papel crucial que juegan sus organizaciones por su historia y su presente de lucha, les conminamos a impulsar en todo el país la más amplia movilización que sume la voluntad de un gran número de trabajadores para detener la ofensiva contra nuestros derechos, encarnada en la iniciativa de reforma laboral que fue presentada en días recientes por los diputados priístas y recoge los planteamientos básicos del proyecto patrocinado por los patrones y el secretario del Trabajo, Javier Lozano.
Fraternalmente
“Por el progreso y autogestión del trabajador”
José Alberto Espinoza Rocha
Secretario General
San Luis Potosí, SLP, a 18 de marzo de 2011
