| José Contreras | Opinión | Viernes 26 de Nov., 2010 | Hora de creación: 02:37| Ultima modificación: 02:37 |
El proceso electoral del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) que está en marcha es organizado por dirigentes inexistentes en términos jurídicos, a quienes la Secretaría del Trabajo y Previsión Social liberó recursos en forma poco transparente para la realización de las elecciones.
Este nuevo proceso electoral, que se inició ayer y que culminará el próximo 8 de diciembre, podría terminar con el conflicto político pero abrirá otro de carácter jurídico.
El 19 de este mes, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje anunció su aval a este nuevo proceso electoral del SME y prácticamente adelantó que entregará la toma de nota a Martín Esparza cuando concluya el proceso, siempre y cuando se cumpla con la normatividad aplicable.
Los estatutos del SME definen claramente la instancia interna que está facultada para convocar a una elección.
Sin embargo, en estos momentos ninguno de quienes ostentan cargos de dirigencia tiene el reconocimiento oficial, pues la toma de nota de todos los integrantes del Comité Central expiró el 14 de julio de este año.
La mitad del Comité, de la que formaba parte como secretario general Martín Esparza, había quedado sin reconocimiento oficial desde el 1 de diciembre del 2009, cuando la JFCA declaró nulo el proceso electoral que tuvo lugar ese año.
El 13 de julio del 2010, una facción del SME realizó un nuevo proceso electoral, de un solo día de duración, que llevó a la “reelección” de Esparza como secretario general, pero la JFCA también desconoció esa amañada elección.
Con la nueva elección descalificada legalmente y con el vencimiento de la toma de nota de todos los integrantes de la dirigencia, el SME se quedó sin representación legal y por lo tanto, ninguno de sus integrantes tiene la facultad para convocar a nuevas elecciones.
La convocatoria emitida el pasado lunes carece de validez, ya que está firmada por Humberto Montes de Oca como “secretario del Interior”, cargo que simplemente no tiene.
La lista de quienes podrán votar —ex trabajadores que no han cobrado su liquidación y jubilados—, la elaborará Eduardo Bobadilla como “secretario del Trabajo”, cargo que tampoco tiene.
Y aún en el supuesto de que estas dos personas tuvieran representatividad legal, no pueden excluir del proceso electoral a los ex trabajadores que ya cobraron su liquidación, pues no han dejado de pertenecer al SME.
De acuerdo con los estatutos del sindicato, pueden participar en las elecciones los trabajadores “en activo” y en este momento estrictamente ninguno lo es.
Quienes dieron por terminada la relación laboral con Luz y Fuerza son considerados como integrantes del SME “en receso”, pero nada les impide participar en las decisiones de la organización laboral.
El formar parte del SME también da derecho a los cerca de 24 mil ex electricistas liquidados a beneficiarse del patrimonio sindical, que ayudaron a forjar con sus cuotas.
El proceso electoral en marcha y su resultado son fácilmente impugnables ante los tribunales; los disidentes, que encabeza Alejandro Muñoz, lo saben, y ya analizan la mejor vía para hacerlo.
Fuente: La Cronica
