El 18 de julio los abajo
firmantes fuimos padrinos de graduación de la generación 2011-2015 en la
normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa. Conocemos ese centro de
estudios y a sus alumnos y manifestamos una honda preocupación por su
destino.
Quienes ya padecieron el horror siguen siendo objeto de amenazas.
Tampoco hay claridad respecto de su destino profesional. Hasta el
momento no se les han otorgado las plazas prometidas por los gobiernos
estatal y federal. Los 121 egresados de la
generación incompletade Ayotzinapa se encuentran desempleados.
Hacemos un llamado para que cese el acoso a los normalistas, que en
circunstancias de enorme adversidad no han depuesto su ideal de educar a
las nuevas generaciones, y se les brinde el apoyo que sin duda merecen.
Un país que maltrata a sus maestros carece de futuro.
Elena Poniatowska, Rafael Barajas El Fisgón, Luis Hernández
Navarro, Armando Bartra, Paco Ignacio Taibo II, Gabriel Retes, Héctor
Bonilla y Juan Villoro