México SA-Carlos Fernández-Vega
Los mexicanos iniciamos semana con un par de esperanzadoras declaraciones en torno a la economía nacional: a) el país
no está en recesión, sino apenas en una
profunda desaceleración, de acuerdo con el ojo clínico del presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, y b) en julio pasado se reportó
una pausa en la desaceleración, aunque no lo
suficientemente sólidapara prever una fase de expansión en los próximos meses, como diría el presidente del Inegi, Eduardo Sojo. Entonces, estamos jodidos, pero contentos.
Qué bueno que lo aclaren, porque el desplome de 60 por ciento en la estimación de crecimiento económico en 2013 (de 3.5 a 1.4 por ciento), la raquítica generación de empleo formal, el constante descenso en los salarios, la permanente caída en el sector industrial y demás gracias del modelito, que apuntaban al peor arranque de gobierno desde los tiempos del ahora empresario mariguanero Vicente Fox, ya preocupaban, y mucho, a la mayoría de los expertos en las artes económicas. Pero con la declaración de Gutiérrez Candiani y la precisión de Sojo, casi todos retomaron la tranquilidad, pues si bien estamos en el borde del abismo, pues para eso tenemos uñas.
Aun así, en otras latitudes no comparten el optimismo descrito, pues durante los últimos meses
la incertidumbre que se vive a nivel internacional, tanto en la Unión Europea como en Estados Unidos, han impactado de manera negativa el desempeño de la actividad económica mexicana. Lo anterior se puede observar principalmente en el dinamismo del indicador global de la actividad económica, el cual ha visto mermado su crecimiento comparado con años anteriores. Es importante señalar que el sector industrial nuevamente presenta tasas de crecimiento negativas para julio en comparación con el mismo periodo del año pasado.
El Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, ahora a cargo de María Fonseca Paredes, precisa lo anterior y detalla:
al revisar de manera más profunda la actividad industrial, se observa que aun cuando los rubros de manufacturas y electricidad presentan crecimientos, éstos han sido menores que en años previos. Sin embargo, la industria de la construcción muestra disminuciones importantes en todos sus ramos, lo cual ha impactado de manera significativa el desempeño general de las actividades secundarias.
A su vez, el sector externo presentó déficit en la balanza comercial, situación que si bien no es alarmante, vale la pena hacer notar que las exportaciones acumuladas en el año vienen creciendo a un ritmo menor que el exhibido en periodos previos. Un comportamiento similar se observa en las importaciones, sobre todo en las de bienes intermedios, que representan insumos importantes para la actividad económica.
Las consecuencias de los efectos anteriores comienzan a manifestarse en el sector comercial, en especial en el comportamiento de las ventas al mayoreo, que reflejan las compras que llevan a cabo las empresas y cuyo índice presenta un crecimiento negativo con respecto a julio de 2012.
Por lo anterior, anota el CIEN,
es evidente que se deben tomar las medidas necesarias para hacer frente a la incertidumbre internacional, sin que paralice por supuesto a la economía nacional, sin ignorar que los desastres naturales que han golpeado prácticamente a más de 70 por ciento del territorio nacional empiezan ya a mostrar un deterioro en el desempeño de la economía mexicana.
En julio pasado el indicador global de la actividad económica creció 1.7 por ciento en términos anuales, impulsado principalmente por las actividades terciarias (3 por ciento) seguido de las primarias (1.4 por ciento), en contrasentido con el sector industrial que presentó decrecimiento (0.5 por ciento). En lo que va de 2013 se observa un comportamiento similar en lo que respecta al crecimiento acumulado del IGAE el cual se encuentra en niveles de 1.1 por ciento, inferior a lo exhibido en 2011 (3.8 por ciento) y 2012 (4.4 por ciento).
La tendencia del IGAE todavía exhibe un movimiento ligero al alza impulsado por el desempeño de las actividades terciarias, en tanto que los sectores primario y secundario presentan un comportamiento negativo. Adicionalmente, al revisar los ciclos se observa un panorama menos alentador, ya que tanto el IGAE como sus componentes presentan un movimiento a la baja lo cual podría mermar el dinamismo de la actividad económica durante los siguientes periodos.
En México, la actividad industrial del país presenta un desempeño a la baja en términos generales para junio de 2013, con una caída de 2.4 por ciento en el índice general y tasas de crecimiento negativas en sus principales renglones. En este sentido, todas las variaciones anuales son negativas, destacando la fuerte caída de 6.3 por ciento en construcción, lo que
resulta poco alentadora para el escenario económico general al compararse con las tasas de crecimiento de años anteriores para el mismo periodo, las cuales son positivas en todos los rubros y con un crecimiento promedio de 3.17 por ciento en 2012 y 3.52 por ciento en 2011.
Dicha situación puede apreciarse en el comportamiento heterogéneo de la tendencia de la actividad industrial, la cual muestra signos de moderación en el índice general. Analizando cada uno de sus componentes es posible apreciar un comportamiento a la baja en los rubros de construcción y minería desde finales de 2012. Aunado a lo anterior, existe una tendencia al alza en electricidad y manufacturas, pero en conjunto con las tasas de crecimiento negativas del periodo no ha logrado revertir el estancamiento general de la actividad industrial.
En cuanto a los ciclos el escenario no es diferente. En general el dinamismo del ciclo continúa a la baja, con una ligera moderación en manufacturas y electricidad. Lo anterior podría implicar que el dinamismo de la actividad industrial continuará moderándose para el final del año.
Las rebanadas del pastel
Pájaros en los alambres:
espías canadienses tuvieron bajo la lupa al Ministerio de Minas y Energía de Brasil, reveló la televisión de este último país, mientras el ministro respectivo subrayó que
Canadá tiene intereses principalmente en el sector minero. Lo que es no saber hacer las cosas: aquí no hay necesidad de espiar, porque el gobierno les da gratis toda la información.
Fuente: La Jornada