29 octubre 2013 | Nicolás Lucas | El Economista
La mayor parte de las obras de infraestructura eléctrica que licita la Comisión Federal de Electricidad (CFE) son otorgadas a compañías extranjeras, lo que limita la competitividad y resta oportunidades a las empresas mexicanas del sector, más cuando la iniciativa de reforma energética planteada por Los Pinos abre la puerta a la iniciativa privada en algunos rubros, particularmente la construcción, señaló Ricardo Jiménez Cataño, presidente de la Unión Nacional de Constructores Electromecánicos (UNCE).
De cara a su congreso nacional a realizarse en San Luis Potosí entre el 6 y 8 de noviembre próximos, el líder de los constructores eléctricos ejemplificó que en 2005 la española Iberdrola recibió la licitación para construir e instalar una línea de transmisión de 17.8 kilómetros-circuito de longitud en La Venta II, Oaxaca, además de dos subestaciones y dos alimentadores, cuando entonces existía conocimiento nacionalen la materia.
En 2012 la empresa ibérica también obtuvo la licitación para construir la primera planta solar fotovoltaica de CFE en México, ubicada en Cerro Prieto Baja California, este y otros proyectos otorgados a la firma en Tamaulipas y San Luis Potosí lograron posicionarla como la empresa privada con mayor capacidad de generación en el país.
“Las grandes obras las concursan y las gana la gente de fuera; son contratos de obra de 10 millones de dólares que se van para los extranjeros y no es nada alentador que ese dinero se quede allá, porque hay capacidad y es lo que queremos empujar nosotros”, explicó Ricardo Jiménez Cataño en entrevista vía telefónica.
De acuerdo con titular de la Unión Nacional de Constructores Electromecánicos, el sector de los constructores eléctricos genera 30,000 puestos trabajo altamente especializados, por lo que este es una industria que “se cuece aparte” de los constructores de vivienda o de obra civil como vías de comunicación.
“El reto es fortalecer y sacar a buen relieve el sector eléctrico. Estamos convencidos de que nuestro sector es diferente al sector de la Canadevi o de la CMIC. Tenemos necesidades especiales; debemos tener voz y voto en las decisiones que se toman en la cuestión energética, porque hacemos las obras que llevan a su destino la generación eléctrica”, comentó el entrevistado.
A la fecha, sostuvo Jiménez Cataño, “tranquilamente” entre el 70 y el 80% de las obras eléctricas de infraestructura de la CFE y de otras dependencias las realizan constructores nacionales, pero que en su conjunto tienen un menor valor que los contratos entregados a las trasnacionales del sector.
“Tradicionalmente, el sector eléctrico (CFE, fabricantes de equipos, etc) nos ha visto como parte del sector de la construcción y éstos nos ven como parte de ellos, pero nos cocemos aparte por la especialidad. En obras, la mayor parte la podemos hacer nosotros, tranquilamente entre el 70 y 80%, pero a veces ocurre que estamos bajo el mando de un extranjero y lo que nosotros hacemos es valor, la parte riesgosa”.
Jiménez Cataño argumentó que el atraso en el ejercicio del gasto por parte de los gobiernos es uno de los factores por los cuales se explica igualmente el rezago en el sector nacional y los fenómenos climatólogos Ingrid y Manuel enfatizaron el mal panorama.
“Tenemos mucha obra que se detuvo en estos días, que estaban a punto de arrancar y sólo esperan decisión de la secretarias para dar el banderazo, es obra, en stand by. El subejercicio, un pleito de toda la vida, si no lo ejerces lo pierdes”, declaró Ramírez Cataño de cara al foro de los constructores eléctricos, evento que espera reunir a 300 congresistas de la especialidad.
Fuente: El Economista
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