miércoles, 18 de abril de 2012

Martín Esparza: Central de trabajadores debe abrirse a la sociedad y por un nuevo proyecto de nación

16 abril 2012 | Michoacano
La construcción de la nueva central de trabajadores democrática e independiente es un proyecto que no  tiene una visión netamente gremialista, subrayó Martín Esparza Flores, secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), al pronunciarse por ampliarla a la atención de problemas de la sociedad  civil.
Ese referente, impulsado por diversas organizaciones sindicales, sociales, campesinas, indígenas,  estudiantiles, académicos e intelectuales de todo el país, es parte de otros esfuerzos por refundar a nuestra nación como la Organización Política del Pueblo y los Trabajadores (OPT).
Actualmente se encuentra en un  proceso de discusión y análisis de sus propósitos y camina en la integración de una junta organizadora que se  presentaría el próximo 1º. de mayo en el marco del Día del Trabajo en el Distrito Federal.

Para el investigador de la Universidad Obrera de México (UOM) e integrante de la OPT Marcos Tello  Chávez, la incipiente central de trabajadores, además, debe ser política, luchando por instaurar en el país un nuevo proyecto de nación que implique la transformación profunda y romper de una vez con la inercia  histórica de subordinación de la clase sindical a la burguesía.

Fue el SME quien planteó la idea de conformar ese frente sindical que rompa con el corporativismo y vicios  de las actuales centrales obreras que se pliegan a los dictados de la política neoliberal y olvidan a sus  representados. Uno de los primeros eventos masivos ocurrió precisamente en Morelia con la firma del Pacto Minero- Electricista-Magisterial el 18 de marzo de 2011, y el pasado 10 de marzo tuvo verificativo un foro sobre la  nueva central de trabajadores, donde acudieron representantes de unas 60 organizaciones.

De acuerdo a Marcos Tello, en la central independiente y democrática de trabajadores estarían cerca de un  millón de simpatizantes. Alrededor de 400 mil de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), poco más de  150 mil mineros, unos 26 mil electricistas, y cerca de 150 mil de sindicatos de la Unión Nacional de  Trabajadores (UNT), además de otros gremios del país.

Sobre su justificación, Martín Esparza señaló que es debido a que las centrales corporativas (CTM, CROC  y Congreso del Trabajo) han permitido a los distintos gobiernos mexicanos imponer nuevas condiciones laborales como el outsourcing (contratación mediante terceros), muy practicado en la actualidad, y la  hegemonía que mantienen en las juntas de conciliación y arbitraje, sin defender los derechos de sus representados.

Calificó que deben integrarse todas las organizaciones coincidentes con la lucha de clases y la defensa de los  preceptos laborales de la constitución mexicana vigente, máxime cuando persiste la amenaza del PRI y PAN  de reformar la Ley Federal del Trabajo para quitar derechos conquistados, entre otros al de huelga, a la libre  sindicalización, a un trabajo y salario dignos, a un empleo seguro. 

«Debemos de juntarnos; gremialmente no lo podemos ya hacer, el SME no puede revertir el golpe que nos  han dado, solos. Para revertir necesitamos aglutinarnos entre todos en una nueva central que tenga que ver también con la  sociedad civil, que tenga que ver con el internacionalismo, con el tema de los migrantes, de los campesinos; que tengamos un bloque más amplio para poder revertir toda esta agresión que estamos viviendo todos»,  sostuvo al participar en el Seminario rumbo al V Encuentro Sindical de Nuestra América (ESNA) 2012,  realizado en instalaciones de la Sección XVIII en la capital michoacana del 26 al 28 de marzo anteriores. 

PROPUESTA DEFENSIVA, EN INICIO

Inicialmente la nueva central de trabajadores es una propuesta defensiva, advirtió Tello Chávez en el mismo  seminario organizado por la Sección XVIII, el Frente Estatal de Sindicatos de Educación Media Superior y  Superior (FESEMSS), la Asociación de Trabajadores del Estado de Michoacán (ATEM) y la Federación  Sindical Mundial Sección México. Es defender lo poco que nos queda después de la ofensiva neoliberal,  agregó.

«Algunos han teorizado esta propuesta defensiva; hablan de que el objetivo central es el crecimiento  económico para mayores empleos, aumentar los ingresos y redistribuir estos ingresos. Ésta es la percepción y éste podría ser el programa de la nueva central, lo que habría que preguntarnos es si esto alcanza para  enfrentar la crisis actual, que es también una crisis del Estado-Nación», apuntó. 

Refirió que en el viejo periodo del PRI se repartieron ganancias de empresas a los empleados, pero éstas  entraron en crisis en los años 70 y entonces se vio en la precarización de los trabajadores una forma de  hacerlas crecer, aunque sólo para beneficio de los patrones. Ahora con la propuesta de reforma laboral  impulsada por el PRI y el PAN, dijo, se tendría una precarización total y habría más casos como los del  SME y trabajadores de Mexicana de Aviación, que perdieron su fuente de ingresos en el caso de los primeros, y en el otro buscan recuperar su antiguo trabajo, pero en condiciones laborales y económicas inferiores a las que tenían antes de declararse en quiebra su compañía.

Por eso desde su óptica, no sólo deben buscar con el nuevo referente el crecimiento económico, aumento de  empleos y recuperación del salario sino, como planteara en 1970 Lázaro Cárdenas del Río, que el mercado  deje de regular la producción y dejar en manos del Estado esa situación, la cual ninguno de los candidatos  presidenciales maneja en sus proyectos, incluido el de la izquierda Andrés Manuel López Obrador, aunque  éste es quien más se acerca a la propuesta de quien decretó la expropiación petrolera en 1938 como  presidente.

Se requiere entonces, subrayó, un giro de 180 grados, pero desde los propios sindicatos debe profundizarse  en sus métodos democráticos y de participación a fin de no caer en los viejos vicios gremiales de prácticas  autoritarias y centralistas. «Pero sobre todo tendrían que plantear el tema de la autonomía; el movimiento  sindical mexicano, en lo fundamental, ha estado sujeto a las ideologías de la burguesía, a la cultura de la  burguesía», resaltó.

También habló de las formas de explotación hacia los trabajadores mexicanos, que aquí serían dobles  porque son por los patrones del país, pero igual por los extranjeros que gracias a eso obtienen parte de  nuestros recursos naturales, y con esa situación de explotación semicolonial, los mexicanos no podrán  resolver sus problemas. 

«La precarización, las reformas neoliberales no van a poder detenerse si no hay un cambio de gobierno y de  un nuevo proyecto de nación. En este sentido la nueva central tiene que ser política, porque la burguesía nos  reconoce como seres económicos, no nos reconoce como ciudadanos, separa nuestra condición de trabajador de la condición de ciudadano. No podemos dar la lucha política porque entonces estaríamos  metiendo temas que no corresponden a la lucha económica, y luego muchos compañeros plantean que son  apolíticos, pero la nueva central no podrá asumir los retos que tiene enfrente si no empieza a hacer política;  esto hay que discutirlo en este proceso de conformación de la nueva central de trabajadores, para  enfocarnos hacia la transformación profunda del país y hacia lo que podemos llamar la segunda gran  independencia nacional», remarcó.

Por eso la opción de apoyar al perredista López Obrador para la presidencia, como se acordó en el seno  del SME y de la OPT, es parte importante para evitar otros seis años de neoliberalismo «que ya no  aguantamos», acotó Martín Esparza, aunque su enfoque es ir más allá de la coyuntura electoral y luchar por la transformación de México con la organización y unidad de los trabajadores y el pueblo.

Mientras tanto, desde la junta organizadora de la central de trabajadores democrática e independiente se  estará llamando a respaldar las luchas de los electricistas, del magisterio, de los mineros y de otros sectores  sindicales con problemas. 

Fuente: Michoacano