López Obrador aseguró que aunque no habrá injerencia del gobierno en la vida de los sindicatos, tampoco solapará a caciques sindicales.
4 febrero 2012 | Érika Hernández | Reforma
Nicolás Romero, Estado de México.- Luego de meses de indefinición entre el PRI y PRD, el Sindicato Mexicano de Electricistas se unió a la precandidatura de Andrés Manuel López Obrador.
Con la frase "¡Mi pecho no es bodega!", el aspirante presidencial recriminó a los líderes de ese sindicato de la extinta Luz y Fuerza del Centro la tardanza en su definición, sin embargo, dijo, nunca es tarde y ambos pueden hacer una alianza exitosa rumbo a la elección del 1 de julio del 2012.
"Estaba yo molesto por la postura que estaba asumiendo el Sindicato Mexicano de Electricistas, ya ven que a mí me gusta decir lo que siento, mi pecho no es bodega.
"Es un acto de definición, nunca, menos en estos tiempos, se puede caer en la indefinición, que es funesta. Nada de política robalera, el róbalo es el único pez que anda en dos aguas, se necesita definición y ustedes se están definiendo y nosotros vamos a saber corresponderles", arremetió.
Esto causó gritos de apoyo y la sonrisa del líder sindical Martín Esparza.
El SME llenó el estadio municipal con más de 4 mil personas, además de otras 2 mil de los partidos de izquierda.
Ahí el tabasqueño asumió el compromiso de reincorporar a los trabajadores en sus puestos con la creación de una nueva empresa de luz y fuerza.
Sin embargo, también advirtió que impulsará una política anticorrupción en los gremios y se exigirá democracia y transparencia.
Aseguró que aunque no habrá injerencia del Gobierno en la vida de los sindicatos, tampoco solapará a caciques sindicales.