Desfiladero-Jaime Avilés
Uno de los secretos mejor guardados por las revistas de la farándula, es la relación de parentesco político entre el precandidato del PRI a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, y Fernando Sariñana, ex director de Canal Once, quien podría ser sujeto de una investigación judicial por haber usado ese cargo en beneficio de sus propias empresas, entre ellas Corazón Films y Frames Makers.
Desde el 27 de noviembre de 2010, Peña Nieto y Sariñana son concuños. El realizador cinematográfico está casado con la guionista y productora Carolina Rivera Hurtado, hermana de Angélica Rivera Hurtado, popularmente conocida como La Gaviota, por el nombre de una telenovela en que interpretó el papel de una mujer a la que le decían precisamente así.
En las reseñas de la boda de Angélica Rivera y Enrique Peña Nieto –disponibles en el buscador de Google a partir del 27/11/10, y en la edición impresa de revistas como Hola! y Quién– se informa que los “testigos por parte de la novia fueron sus hermanos, Manuel y Carolina Rivera Hurtado”.
En las fotos aparece, más de una vez, la hija de Fernando Sariñana y Carolina Rivera, la cantante y actriz Ximena Sariñana, ahora “sobrina” de Peña Nieto y prima política de Paulina Peña Pretelini, la jovencita que ante el alud de burlas que recibió su padre en Twitter, tras su inolvidable intervención en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, escribió que los autores de esas críticas eran “parte de la pinche prole”.
¿Dónde está Sariñana?
Amigo íntimo de Felipe Calderón desde hace muchos años –a finales del sexenio de Fox eran vecinos de la colonia Las Águilas: el actual ocupante de Los Pinos tiene una casa en el número 203 de la calle Cóndor, no lejos del domicilio del productor y director cinematográfico–, Fernando Sariñana asumió la dirección de Canal Once a principios de 2007, y se mantuvo en ese puesto hasta el 6 de abril de 2011, día en que renunció sin explicar por qué ni decir a qué pensaba dedicarse.
Unos cuantos días más tarde, Tv Azteca anunció la contratación de Sariñana “para hacer telenovelas”, y el 25 de agosto pasado, con más precisión, adelantó que empezaba a grabar un culebrón llamado Huérfanas. Para quienes conocen las actividades y los negocios del creador de Amar te duele, Niñas mal y otros churros, esta noticia resulta muy poco creíble.
Existen suficientes presunciones para afirmar que, al frente de Canal Once, Sariñana actuó con opacidad, para sacar doble o triple provecho de su cargo. Desde éste contrató –mediante prestanombres como Charlie Gore, los servicios de su empresa, Corazón Films, o de otras firmas también de su propiedad, como Frames Maker y Ren-ra-ku— la realización de series como Los Minondo, alusiva al bicentenario de la Independencia.
Los Minondo tuvo como productores a Pedro Cueva y Omar Blanco, mientras la posproducción corrió por cuenta de El Barandal Films y la supervisó Mayte Ponzanelli. En el esquema de trabajo de Los Minondo, Pedro Cueva llevaba la contabilidad de Frames Maker, una empresa que por pagarle a sus colaboradores con tanto retraso –y a veces también por no pagarles nunca– hoy ocupa un lugar distinguido en una página de Internet llamada “Lista negra de casas productoras en México”, en la que asimismo figura Corazón Films.
Colgada del portal de Google, “Lista negra de casas productores en México” fue hecha por guionistas, directores de arte, fotógrafos, iluminadores, editores, sonidistas, músicos, vestuaristas y miembros de todos los gremios que participan en la producción de películas, telenovelas y, sobre todo, anuncios comerciales. Aunque la industria fílmica está paralizada, la página se encuentra en permanente actualización.
En el portal electrónico de Corazón Films, por otra parte, se informa que esa empresa no sólo fue constituida para realizar películas y telenovelas. También hace espots de cine y televisión para el gobierno federal, una rama de la cual se ocupa Carlos Sariñana, sobrino de Fernando Sariñana.
Sin embargo, en las producciones para Canal Once, Carlos Sariñana aparecía como “Charlie Gore” y cobraba por medio de recibos que presentaba su ex esposa, Paulina Castellanos, de acuerdo con fuentes que pidieron la protección del anonimato por obvias razones.
Lo cierto es que, al frente de Canal Once –televisora del Instituto Politécnico Nacional, a la que rebautizó como Once Tv, despojó de sus contenidos educativos y convirtió en escaparate de producciones importadas, mientras al promover sus propias creaciones usaba el condimento del erotismo y hablaba de “una televisión más atrevida”, como si el país estuviera en pleno destape a la española y no sumergido en un baño de sangre–, Sariñana desarrolló al máximo la capacidad de llevar a cabo grandes proyectos simultáneamente.
De allí, pues, que parezca inverosímil eso de que ahora trabaja en Tv Azteca para hacer telenovelas. Quienes conocen el trasfondo de esta trama, sostienen que el ex director de Canal Once trabaja, con el apoyo y el consentimiento de su amigo Felipe Calderón, en la producción de la campaña audiovisual de Peña Nieto.
Si bien el ex gobernador del estado de México y La Gaviota se casaron el 27 de noviembre de 2010, su relación sentimental se hizo pública hace varios años, de lo cual no cabe sino desprender que desde entonces conoce y trata a Sariñana y a Carolina Rivera, quien por lo demás siempre ha sido muy unida a su hermana Angélica.
Para el investigador privado Tito Penélope, quien me contó esta historia y me ayudó a confirmar tanto los vínculos familiares entre Sariñana y Peña Nieto, como los nombres de las empresas y las personas que actuaron con opacidad en Canal Once, estamos ante una cuestión de sentido común.
“Si tu concuño es el precandidato del PRI a la Presidencia, si va a manejar un abundante presupuesto para promocionales, si está a la cabeza de las encuestas, ¿tú no trabajarías en su campaña, máxime cuando no tienes ningún compromiso político con Calderón, y mucho menos con los precandidatos panistas? Dime la verdad, ¿trabajarías para tu concuño o te irías a Tv Azteca a hacer telenovelas?”, me pregunta Tito Penélope, al final de nuestra conversación.
En los televisores de La Sirena Morada (y no Gris, como escribí por error en el Desfiladero del sábado anterior), los lectores de noticias comentan el rechazo de Santiago Creel y Josefina Vázquez Mota a la “encuesta indicativa” propuesta por Calderón, para definir al abanderado presidencial de la ultraderecha gobernante.
“¿Por qué crees que Felipe está obstinado en darle la candidatura a Ernesto Cordero, el Mario Delgado del PAN? Pues porque su compromiso es con Peña Nieto. ¿O crees que Sariñana hizo todo lo que hizo en Canal Once sin su consentimiento? ¿O a poco piensas que Calderón tampoco sabe lo que ahora está haciendo Sariñana en Tv Azteca?”, me dice Tito Penélope, antes de darme la mano y perderse entre los peatones de la calle de Gante. (¡Gracias a todas y a todos por los datos proporcionados por Twitter para esta columna!)