El gobierno castiga a gremios que no se resignan al tope salarial
Entre 20 y 30%, la caída del poder adquisitivo de los trabajadores
Sindicatos exigen que se ponga freno a la escalada de precios
Patricia Muñoz Ríos
Lunes 7 de marzo de 2011, p. 13
Los incrementos a los salarios contractuales son pulverizados de inmediato por los aumentos sin control que registran los productos y servicios básicos. Adicionalmente, los topes salariales que anualmente impone el gobierno al sector sindical han disparado la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores.
La Unión Nacional de Trabajadores, el Frente Sindical Mexicano –encabezado por el Sindicato Mexicano de Electricistas–, sindicatos del sector universitario y la Alianza de Tranviarios señalaron que mientras se registra una escalada inflacionaria sin control, se castiga y estigmatiza a los gremios que no se resignan al tope salarial.
Sostienen que tan sólo en este sexenio la caída del poder de compra ha sido de entre 20 y 30 por ciento, dependiendo del gremio. Incluso la Confederación de Trabajadores de México (CTM) llamó al gobierno federal a poner un freno a las alzas de productos básicos de consumo generalizado, como la tortilla.
Según un análisis de las organizaciones que integran el Movimiento Nacional por la Soberanía Alimentaria y Energética, se ha generado en el país un permanente empobrecimiento de los obreros mexicanos; en las familias cada vez se tienen que integrar más miembros al campo laboral para completar el gasto; productos como los medicamentos se han disparado hasta en 800 por ciento; la compra de básicos como la carne se han reducido de la dieta familiar, y más trabajadores se incorporan a la economía informal para completar sus ingresos.
Información del sindicato de telefonistas señala que por el encarecimiento de la canasta básica el poder adquisitivo de los obreros ha mermado 30 por ciento.
La Cooordinadora de Sindicatos Universitarios indicó que los salarios de los trabajadores del gremio han sufrido un deterioro de 18 por ciento tan sólo en este año, frente al encarecimiento del costo de vida en el centro del país.
La Alianza de Tranviarios planteó que se ha sometido al sector obrero a una camisa de fuerza, ya que los topes salariales se fijan siempre respecto del porcentaje de la inflación que se esperaba, y nunca sobre el incremento real de los precios, por lo que los ingresos se quedan cada vez más desfasados.
El Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM) advierte a su vez que el gobierno mantiene oídos sordos y ojos ciegos a las demandas obreras, como las planteadas en la marcha del 31 de enero pasado, en que el sindicalismo independiente reclamó un alto a la carestía.
El Frente Sindical Mexicano advirtió de la cacería que hay contra los gremios que quieren rebasar el tope salarial, mientras las felicitaciones del secretario del Trabajo son siempre para aquellos que se resignan y aceptan los limites impuestos por el gobierno federal.