Martes 11 de enero de 2011David Aguilar Juárez | El Universal
Inquietud e incertidumbre propició entre analistas y académicos del sector energético el relevo en la titularidad de la Secretaría de Energía.
La salida de Georgina Kessel y la entrada de José Antonio Meade es visto como “una falta de respaldo y continuidad” a Pemex de manera particular.
“Es inquietante la salida de una figura clave en la reforma energética como la de Georgina Kessel y que se dé este cambio justo antes de la instrumentación de los nuevos contratos de Pemex. Debilita el apoyo que se debe tener por parte del gobierno”, opinó George Baker, analista de energy.com.
El director de la Escuela de Economía de la Universidad Panamericana (UP), Gabriel Pérez, señaló que si bien José Antonio Meade es economista, “tiene la capacidad y experiencia para transitar rápido la curva de aprendizaje, pero eso sí, tiene el reto de lograr una buena relación con los sindicatos”.
Baker observó que en el pasado no ha sido obstáculo para ser titular de Energía tener antecedentes en la industria.
Los analistas detallaron en la percepción de que se construye una candidatura con miras a la elección de 2012.
“El nombramiento de Meade lo veo como un intento de dar visibilidad a los hombres de Cordero, no como un cambio en la política energética”, dijo David Shield, analista del sector Energía.
“Estamos viendo la construcción de una candidatura de Cordero en tanto que a Kessel se le dio una salida elegante con su envío a Banobras”, dijo Pérez.
El arribo de Dionisio Pérez Jácomez, y de Juan Antonio Meade, a la Secretaría de comunicaciones y Transportes y Energía, de forma respectiva, no es cualquier cosa. La trabajo de ambos funcionarios implica inmiscuirse, regular e invertir en sectores que representan el 24% del PIB de la economía.
Analistas y académicos señalaron una serie de pendientes que dejó Kessel, muchos derivados de la instrumentación de la reforma energética de 2008.
