Enfrentamos a un monstruo, el Estado: padres de los 43
Enrique Gutiérrez / Corresponsal Periódico La Jornada / Sábado 12 de diciembre de 2015, p. 6
Santiago.
Mario César González Hernández y Clemente Rodríguez, dos de los
padres de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa
desaparecidos, insistieron en la complicidad de las autoridades del
Estado en el crimen y dijeron que aún tienen la esperanza de hallarlos
vivos, en un encuentro de la Universidad Central de Santiago, organizado
por la Asociación de Estudiantes para conmemorar el Día Internacional
de los Derechos Humanos.Sabemos que nos estamos enfrentando a un monstruo que es el Estado, que es muy difícil de derrotar, señaló González, padre de Manuel González, cuyo paradero se desconoce desde que fue detenido en Iguala, el 26 de septiembre de 2014, en la represión de una protesta por autoridades y policías municipales.
Este gobierno nunca nos ha querido ayudar, al contrario, nos ha privado de saber la verdad, expresó Rodríguez, padre de Christian Alfonso Rodríguez.
González y Rodríguez indicaron que los cuerpos de los
estudiantes de Ayotzinapa no fueron incinerados en el basurero de
Cocula, como afirma la versión oficial y reiteraron que las pruebas
hechas refutan la información proporcionada por el entonces procurador
general de la República, Jesús Murillo Karam, quien aseguró que en el
basurero no habían sido quemados todos los jóvenes, pero sí
Alicia Lira Matus, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos de Chile hizo un llamado a la implicación de los parlamentarios chilenos “para apoyar a estos padres que están viviendo una tragedia horrorosa.
Fuente: La Jornada - Opinión
un número importante.
Alicia Lira Matus, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos de Chile hizo un llamado a la implicación de los parlamentarios chilenos “para apoyar a estos padres que están viviendo una tragedia horrorosa.
Adonde nos inviten ahí vamos a estar; si tenemos que ir al cielo para buscar a esos niños, tenemos que ir. Si tenemos que ir al infierno, iremos. No los podemos perder porque son un pedazo de nuestro ser, expusieron González y Rodríguez.
Fuente: La Jornada - Opinión