sábado, 12 de diciembre de 2015

Condenan ataque a profesores

La Jornada - El Correo Ilustrado
El acoso, el hostigamiento y la violencia contra los trabajadores de la educación media y básica ha llegado a extremos que insultan la inteligencia humana. Por ejemplo: concentrar en campos militares a los sustentantes horas y días antes de la realización de su presunta evaluación; el encarcelamiento de cuatro profesores oaxaqueños en el mismo penal de máxima seguridad de donde, eso sí, El Chapo obtuvo todas las
facilidades para escaparse; el encarcelamiento de 52 normalistas indígenas de Cherán en prisiones de Guanajuato y Morelos; el cese de siete educadores guerrerenses por el delito de apagar una computadora y, el colmo, la muerte del docente David Gemayel Ruiz, oriundo de Ocozocoautla, adonde acudieron las fuerzas represivas a golpear a los maestros chiapanecos. En verdad, no sabemos o no entendemos hasta cuándo se van a dar cuenta las autoridades educativas que los planes de la OCDE, el FMI, el BM, son contrarios a los principios básicos de la vida democrática en el gremio magisterial. ¿Cómo esperan que los profesores acepten sin chistar las nuevas condiciones laborales, y que además les exijan que se humillen, que pierdan su dignidad, que clamen ante las autoridades por su derecho a ser aniquilados y que, sobre todo, renuncien a defenderse colectivamente? ¿Cuántas muertes más requieren los personeros del neoliberalismo para aceptar que están equivocados?
Hugo Moreschi Oviedo, Marilú Rojas Tapia, Celia López, Héctor Sosa Hernández, Efraín Gracida Camacho y Enrique Ávila Carrillo