
El modelo es el mismo seguido por Pemex para la CFE. La intención es
dividir a la Comisión Federal de Electricidad en áreas rentables y las
que no lo son. Las que dejen dinero se quedarán y se asociarán con
particulares, de forma paralela, las que reporten números rojos las
dejarán morir por inanición.
¿Qué efectos tendrá ese modelo para los trabajadores? Una
reestructuración agresiva en su sistema de pensiones, retiros
“voluntarios” masivos e inevitablemente recorte de personal con la
intención de adelgazar la nómina que es la parte que más pasivos genera
para la paraestatal.
Y es que este mes se confirmó que la Comisión Federal de Mejora
Regulatoria (Cofemer) envió un proyecto a la CFE promocionado desde la
Secretaría de Energía, donde establece que para este año debe comenzar
la división de la paraestatal para hacerla rentable a través de negocios
por separado.
La joya de la corona es el área encargada de proveer los insumos para
la generación de electricidad, donde se intentará separar a las
empresas que brindan las materias primas para que la CFE cumpla su
función principal, y que generará un negocio multimillonario para el que
logre afianzar esos contratos.
La Ley de la Industria Eléctrica aprobada por el Congreso el año
pasado es clara: “Artículo 8.- La generación, transmisión, distribución,
comercialización y la proveeduría de insumos primarios para la
industria eléctrica se realizarán de manera independiente entre ellas y
bajo condiciones de estricta separación legal”.
Abierta la puerta, el director de la Comisión Federal de
Electricidad, Enrique Ochoa Reza tiene la misión de abrir a la
paraestatal al sector privado, bajo la promesa dada por ésta
administración de bajar las tarifas de luz al público en general,
apostándole a la competencia entre empresas que sacrificarían costos por
márgenes de ganancias mayores por venta a volumen.
La idea parece romántica. Habiendo un ámbito de corrupción tan
exacerbado al interior de la CFE, difícilmente se puede imaginar un
escenario de sana competencia.
Por otra lado falta la opinión olvidada hasta ahora de los
trabajadores de la CFE que todavía no terminan por asimilar lo que
pretende la actual administración de la paraestatal. Habrá que esperar
si el vendaval los deja tan sorprendidos que en tal confusión
prácticamente quedan en la inactividad, tal y como sucedió en Pemex, o
si finalmente despiertan para defender sus derechos.
Fuente: Noticracia
Fuente: Noticracia