
MÉXICO, D.F. (Proceso).- La evolución tecnológica en los sistemas de
televisión permite aprovechar de manera más eficiente las frecuencias
del espectro radioeléctrico; en el mismo espacio que una estación de TV
analógica difunde un solo canal, en una de TV digital pueden
transmitirse simultáneamente tres canales diferentes. Pero como el hecho
de cambiar estaciones de TV y adaptar los televisores para que capten
la señal digital no puede
llevarse a cabo de la noche a la mañana, entonces se establece un periodo para la transición durante el cual el apagón analógico se va realizando por ciudades y regiones de manera paulatina. Una vez efectuado el apagón, sólo puede verse TV abierta si se cuenta con una TV digital o se tiene un decodificador.
llevarse a cabo de la noche a la mañana, entonces se establece un periodo para la transición durante el cual el apagón analógico se va realizando por ciudades y regiones de manera paulatina. Una vez efectuado el apagón, sólo puede verse TV abierta si se cuenta con una TV digital o se tiene un decodificador.
México
es el primer país en desarrollo que inició la transición a la TV
digital. En 2010, en el sexenio de Felipe Calderón, se fijó el 31 de
diciembre de 2015 como la fecha fatal para el apagón analógico, pero una
controversia constitucional en la Suprema Corte de Justicia de la
Nación pospuso el inicio del proceso hasta 2012. Por consiguiente, se
veía difícil cumplir con aquel plazo de 2015, y en especial era
cuestionable gastar en esta transición en lugar de invertir en llevar
internet a los mexicanos (más información en http://bit.ly/1PnQyR8).
La reforma constitucional de telecomunicaciones de 2013 retomó
el citado plazo fatal, aunque sólo se tendrían 18 meses para concretar
el apagón. Sin embargo, no debe olvidarse que en 2015 hubo contienda
electoral, por lo que regalar cosas a nombre del gobierno nunca lo
despreciaría el partido en turno, como lo mostró este caso. Así que la
Secretaría de Comunicaciones y Transportes, encabezada por Gerardo Ruiz
Esparza, decidió regalar televisores en lugar de entregar
decodificadores como se había hecho antes, pasando por alto tres cosas:
que el costo de los televisores y su distribución alcanzará alrededor de
30 mil millones de pesos, que los desechos de las TV analógicas
causarán afectación ambiental, y que los análisis previos de la comisión
intersecretarial habían descartado la entrega de televisores.
La
justificación de dar televisores fue que “pueden usarse como
dispositivos de acceso a internet, [porque] tendrán la conectividad para
que el usuario pueda conectarse a internet” (Ruiz Esparza 20.05.2014) y
porque presumiblemente se reduciría el consumo de electricidad. Lo
cierto es que los televisores no tienen la funcionalidad de dar acceso a
internet; el usuario debe comprar un dispositivo especial, además de
contratar el acceso a la red, y lo de la electricidad sólo puede
admitirse como dogma de fe.
Debe decirse que en otros países se
han dado apoyos para ese propósito a familias de escasos recursos, pero
existen dos grandes diferencias con México: ningún país de los que han
efectuado apagón analógico regaló televisores ni tiene tan elevado
número de población en estado de pobreza. Si a esto se agrega que los
obsequios fueron hechos durante el proceso electoral del presente año y
que muchos llevaban la frase “Mover a México”, la equidad de la
contienda está en duda.
La SCT y el Instituto Federal de
Telecomunicaciones han manifestado en distintas ocasiones que todo va
por buen camino para materializar el apagón el 31 de diciembre próximo.
No obstante, el pasado 21 de octubre, tras una declaración del
presidente de Televisa, Emilio Azcárraga, varios senadores comenzaron a
hablar sobre un aplazamiento del apagón analógico a través de una
reforma constitucional, bajo el argumento de que muchos mexicanos se
quedarían sin acceder a la TV abierta. No deja de llamar la atención por
qué, si las autoridades dicen que todo va bien, los senadores buscan
retrasar el apagón. ¿Qué escenarios hay hacia adelante?
Apagón al
31.12.2015: 1) se cumple con el mandato constitucional; 2) la medida
tecnológica sólo se aplica en las poblaciones que alcancen un nivel de
penetración de 90% de hogares de escasos recursos definidos por la
Secretaría de Desarrollo Social, y 3), al igual que en otros países que
ya transitaron a la TV digital, algunos hogares se quedarán sin acceso a
TV abierta hasta que adquieran decodificadores o TV digitales.
Si se posterga el apagón analógico: 1) se confirma que en México la
Constitución no es más que un conjunto de intenciones que pueden
cambiarse según convenga a los intereses políticos y económicos; 2)
Cadena Tres, de Olegario Vázquez Aldir, quien pagó mil 808 millones de
pesos por la concesión para una cadena nacional de TV digital, podría
demandar indemnización al gobierno mexicano por modificar las
condiciones de la licitación, y 3), se incumple el tratado internacional
con Estados Unidos en el que México se comprometió a liberar la banda
de 700 MHz tras el apagón, cual resulta indispensable para que aquel
país realice sus licitaciones de espectro incentive auctions.
En
cualquiera de los escenarios expuestos, la mayoría de las televisoras a
cargo del gobierno no tendrán los recursos para cambiar su tecnología a
fin de transmitir en señal digital porque el Congreso omitió destinar
partidas presupuestales para esos efectos. Y sin recursos para
digitalizarse su destino es la muerte.
Ante este panorama se
impone la necesidad de hacer una revisión profunda y seria respecto a
los responsables de la transición a la TV digital, el despilfarro de
recursos con cargo al erario, el enturbiamiento de la contienda
electoral, las mentiras sobre los televisores con acceso a internet, el
perjuicio al medio ambiente al no haberse contado con un plan previo de
manejo de desechos junto con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos
Naturales, etcétera… ¿Habrá rendición de cuentas y, en su caso, sanción
a los responsables? l