
Sin permiso vigente y sin infraestructura, Waste Co México, SA de CV, opera un relleno sanitario en el Estado de México. Una “bomba de tiempo”, señalan peritos ambientales. A 6 metros del lugar, el gobierno estatal instaló a más de 200 familias
Elva Mendoza - Contralinea
Sin autorización de impacto ambiental vigente, la empresa Waste Co México, SA de CV, opera desde 2005 un basurero a cielo abierto de 247 mil 931 metros cuadrados en el municipio de Tecámac, Estado de México. Al menos 4 mil familias colindan con el depósito. Los efectos son evidentes. Piel irritada, salpullidos, enrojecimiento, constantes infecciones en los ojos, en las vías respiratorias y gastrointestinales, urticaria, hongos en la piel, asma y alergias son los padecimientos más comunes.
Sin autorización de impacto ambiental vigente, la empresa Waste Co México, SA de CV, opera desde 2005 un basurero a cielo abierto de 247 mil 931 metros cuadrados en el municipio de Tecámac, Estado de México. Al menos 4 mil familias colindan con el depósito. Los efectos son evidentes. Piel irritada, salpullidos, enrojecimiento, constantes infecciones en los ojos, en las vías respiratorias y gastrointestinales, urticaria, hongos en la piel, asma y alergias son los padecimientos más comunes.
Los
habitantes de las colonias Lomas de Te-cámac, La Esmeralda, Santa Cruz,
10 de Junio, Santo Tomás Chiconautla, Ciudad Cuauhtémoc y La Fortaleza
viven entre fauna nociva, agua contaminada, olor fétido y un paisaje en
el que predomina la basura.
Los
efectos de la contaminación no sólo son visibles en ellos, sino también
en los animales. Perros, gatos y aves mueren prematuramente. Con los
ojos viscosos, deambulan en las casas o en la calle ya sin pelo o
plumas.
Además de las enfermedades,
en el municipio mexiquense son cada vez más comunes los asaltos, los
robos a casa habitación, las desapariciones forzadas, las violaciones y
los asesinatos. “Los niños regresan de la escuela sin zapatos porque en
el camino los asaltan y se los roban”, denuncian los vecinos.
El
Relleno Sanitario de Tecámac recibe a alrededor de 100 camiones de
basura diariamente provenientes del Distrito Federal y el Estado de
México. Descargan en el área por una cuota de 500 pesos cada uno.

Incumple Norma Oficial Mexicana
La
empresa que también ofrece servicios de saneamiento en su portal de
internet no cumple con las medidas de protección al medio ambiente y a
la salud de las personas.
“Jamás debió haber operado. Nunca hubo la intención de cumplir con la Norma Oficial”, dice a Contralínea Luis Ángel Barrios Sánchez, perito ambiental.
También
doctor en ingeniería y catedrático en la Universidad Autónoma del
Estado de México, Barrios Sánchez realizó un estudio de aire y suelo en
el predio.
Los resultados arrojan que el lugar “es una bomba de tiempo”,
como él mismo lo describe. “Yo preferiría vivir debajo de un puente, en
una casa de cartón; pero lejos”, expresa ante la magnitud de los
hallazgos.
Al no contar con la
infraestructura propia de un sitio de disposición final de desechos, no
es posible considerar que es un relleno sanitario, sino por el contrario
resulta “un tiradero clandestino”, asevera el experto consultado.
Los
resultados de laboratorio evidencian la presencia de ácido sulfhídrico,
que daña la salud del ser humano y de los seres vivos de cualquier
especie. Al no cubrirse con tepetate, los gases metano se escapan sin
control. Al no contar con celdas herméticas, estos gases no pueden ser
conducidos a los pozos de biogás (que no existen en el lugar) para ser
quemados y no dañar la salud humana. “Al llover se produce también
lluvia ácida que daña la piel y la salud”.
De
acuerdo con el peritaje realizado, los principales contaminantes son
los gases que producen las bacterias en la descomposición de la materia
orgánica, la falta de protección con geomembrana en la tina de
lixiviados y la carencia de tratamiento de los mismos. “Se infiltran al
subsuelo”.

La fauna nociva es transmisora de enfermedades. Clasificados como vectores, las moscas pueden transmitir fiebre tifoidea, salmonelosis, disenterías, diarrea infantil u otras infecciones. Los mosquitos: malaria, fiebre amarilla, dengue o encefalitis vírica. Las cucarachas son transmisoras de fiebre tifoidea, gastroenteritis, infecciones intestinales, disenterías, diarrea, lepra, intoxicación alimenticia. Las ratas: peste bubónica, tifus murino, leptospirosis (enfermedad de weil), fiebre de harverhill, ricketsiosis vesiculosa, enfermedades diarreicas, disenterías, rabia.
La
alimentación de animales con basura es una práctica no recomendable. El
consumo, por ejemplo, de cerdos alimentados con basura causa
triquinosis, cisticercosis.
Según lo
observado y lo comprobado por Barrios Sánchez, el sitio controlado no
cumple con la Norma Oficial Mexicana Nom-083semarnat-2003 así como las
antecesoras de la misma, ya que no existe tratamiento de los lixiviados y
protección de la geomembrana en el ciento por ciento de la superficie;
no existen pozos de biogás en la cantidad que específica la norma, no se
cubre con tepetate, sino sólo con cascajo y material no adecuado de
cobertura, no existen pastos ni pendientes adecuadas que protejan las
erosiones de estos suelos que se ven contaminados tanto por los
lixiviados como por los vientos que transportan a la zona poblada.

De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-083- Semarnat-2003, los pozos de agua deben estar a una distancia de 600 metros y a 500 metros la traza urbana. “Cabe hacer notar que el cono de abatimiento del pozo de agua potable queda dentro de la zona del área del sitio controlado”, apunta el perito.
La dirección de los
vientos afecta directamente a la manzana YF, que se encuentra a escasos
6 metros del basurero. La cercanía de las más de 200 familias que
conforman la manzana vulnera aún más su salud.
Unos
van a enfermar de inmediato, dependiendo de las condiciones físicas o
la exposición a los tóxicos, pero los niños y los adultos son los más
vulnerables. El perfil económico de las familias que están alrededor del
tiradero es bajo, por lo que la calidad y expectativa de vida se reduce
aún más. “Lo poco que pueden comer está contaminado”, refiere Luis
Ángel Barrios. Y concluye: “se deberá cerrar este tiradero”.
Pero
la contaminación no fue sólo documentada por Barrientos Sánchez. Marco
Antonio Reyes Olivares, jefe de la Jurisdicción 17 de Regulación
Sanitaria Zumpango, mediante oficio 20017B40027/197/2015, reveló que
derivado de un análisis bacteriológico, las muestras son positivas a
califormes totales y fecales.
Más de 200 familias a 6 metros del basurero
Tal
como lo documentó Contralínea, el 3 de octubre de 2011, más de 264
familias llegaron a la manzana YF, Tecámac, en los límites de Ecatepec.
Con láminas y tabiques en mano se protegieron de las últimas lluvias de
esa temporada, improvisando habitaciones con hules y palos.
Agrupados
en la asociación civil (AC) Fondo Popular de Vivienda Digna (Fopovid),
fueron desalojados de El Potrerillo, terreno de 17 mil 500 metros
cuadrados ubicado en Tulpetlac, Ecatepec, Estado de México, a
consecuencia de un contrato de permuta.
El
instrumento, fechado en marzo de 2002, se celebró entre la ya extinta
Comisión para la Regulación del Suelo del Estado de México (Cresem),
representada por su entonces director general David Korenfeld Federman,
en calidad de funcionario y apoderado de la AC (gracias a un poder que
le otorgó la asociación en 1998 que aún es vigente), y la empresa
Consejeros y Servicios Externos, SA de CV, representada por Guillermo
Pérez Rodríguez.

No
obstante, la permuta no logró concretarse y en 2005 se firmó un
convenio modificatorio. El documento señala escuetamente: “Por razones
ajenas a su voluntad, los predios ofrecidos por la empresa Consejeros y
Servicios Externos no pudieron ser objeto de la transmisión de
propiedades propuesta”.
Esta vez, la
oferta de Consejeros y Servicios fue entregar dos terrenos a la
organización civil. Se trataba de un predio rústico y construcciones
existentes, ubicado en Rancho La Loma Buenavista, municipio de Zumpango,
Estado de México, con superficie de 19 mil 839 metros cuadrados,
propiedad de Irma Patricia Corona Poblador, quien otorgó poder al
Instituto Mexiquense de la Vivienda Social (Imevis) y un terreno
propiedad de Óscar Manuel Suárez Díaz, de 30 mil 677 metros cuadrados,
denominado Cornelio Téllez y Embarcadero, también en el municipio
mexiquense de Zumpango y del cual el Imevis contaba con poder.
Según
la cláusula cuarta del convenio modificatorio, Consejeros y Servicios
se obligaba a depositar en la caja del Imevis 420 mil pesos, “monto que
resulta de multiplicar la cantidad de 70 lotes de 120 metros cuadrados a
razón de 50 pesos el metro cuadrado como contraprestación”.
Ya
en manos de la empresa el lote El Potrerillo y sin que los agremiados
de Fopovid pudieran hacer uso de los terrenos permutados debido –asegura
Irma Noyola Campos, presidenta de la asociación– a la incapacidad del
Imevis para gestionar la factibilidad de servicios ante el ayuntamiento
no obstante que ya se contaba con el alineamiento y número oficial, apeo
y deslinde catastral, uso de suelo habitacional, etcétera, en diciembre
de 2011 el Instituto Mexiquense de la Vivienda Social firmó con la
organización civil un nuevo contrato de permuta.
En
el nuevo instrumento, el Imevis se obliga a transmitir a Fopovid, AC,
mediante permuta, los lotes de terreno que resulten de la subdivisión de
la manzana YF en el predio denominado Santo Tomás Chiconautla, ubicado
en el municipio de Tecámac, Estado de México, con superficie de 31 mil
733 metros cuadrados propiedad del gobierno del Estado de México, según
consta en la declaración 1.7 del contrato. A cambio, la asociación
transmite al Imevis el terreno conocido como Cornelio Téllez y
Embarcadero.

Desde
2008, Consejeros y Servicios externos emplazó en repetidas ocasiones a
la organización y a sus agremiados a desocupar y entregar El Potrerillo.
El 3 de octubre el desalojo fue inevitable. Los vecinos fueron sacados
por la fuerza. Quitaron láminas y tabiques, tomaron sus escasas
pertenencias y fueron llevados en camiones de Consejeros y Servicios a
la manzana YF: un llano sin luz eléctrica, sin pavimento, sin agua
potable.
“Nos dijeron que al basurero
le quedaba 1 año de vida útil, que eso sería convertido en un parque;
por eso aceptamos el terreno”, reclaman furiosos. Y agregan que la
constante amenaza de desalojo influyó cuando decidieron aceptar la
propuesta.
Un año les tomó montar nuevamente las precarias casas, sin varillas, sin cemento. “A flor de tierra”,
al pie del basurero. De aquellos días quedan todavía cuatro baños que
ellos mismos construyeron para las 264 familias y que no han querido
derribar. “Para que vean cómo vivimos”.

La disputa legal por cerrar el basurero
Con
la resolución 21203/RESOL/065/03 en febrero de 2003, la Secretaría del
Medio Ambiente del Gobierno del Estado de México autorizó a Waste Co
México, SA de CV, previo cumplimiento de 49 condicionantes establecidas
en dicha autorización, la construcción y operación del Relleno Sanitario
en Santo Tomás Chiconautla, municipio de Tecámac.
El
predio es arrendado por la propia Comisión para la Regulación del Suelo
del Estado de México (Cresem), entonces a cargo de David Korenfeld
Federman, por un monto de 55 mil pesos al mes y con vigencia de hasta 10
años, que es el tiempo de vigencia de los permisos y licencias
otorgadas, o una vez que sea rellenado el inmueble.
Derivado
de una visita de inspección al relleno sanitario ordenada por la
Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (Propaem),
realizada el 28 de mayo de 2012, el 4 de junio del mismo año, bajo el
expediente PROPAEM/0414/2012, la Procuraduría inició un procedimiento
administrativo común en contra de Waste Co México, SA de CV, y/o León
Esquenazi Levy, por considerar que no se daba cumplimiento a las
condicionantes 1, 3, 5, 7, 11, 16, 38, 42, 43, 44, 45 y 46 de su
autorización en materia de impacto ambiental.
En
respuesta, Waste Co argumentó con escrito fechado el 2 de octubre de
2013 que las condicionantes mencionadas fueron evaluadas y calificadas
por la Secretaría de Ecología del Estado de México, dependencia que
habría determinado que algunas de las condicionantes se cumplían, otras
se cumplían parcialmente, otras habrían sido reconsideradas y en algunos
otros casos aún no era pertinente calificarlas sino hasta finalizada la
vida útil del proyecto.
Por ello,
Horacio Lozano Abascal, representante de Waste Co México pedía dictar el
cierre del procedimiento administrativo común. “En virtud de que mi
representada ha dado cumplimiento a todas las condicionantes de la
autorización de impacto ambiental”.
El
31 de octubre de 2013, la Propaem resolvió que las pruebas y argumentos
de Waste Co resultaron insuficientes para desvirtuar la conducta
infractora, por lo que “en consecuencia se le impone la sanción
pecuniaria, consistente en 1 mil 426 días de salario mínimo, suma
equivalente a 84 mil 248 pesos”.
Asimismo,
decreta como medida correctiva acreditar que ha dado cumplimiento total
a las condicionantes 1, 3, 11, 16, 38, 42, 43, 44, 45 y 46 de su
autorización en materia de impacto ambiental o acreditar que la
Dirección General de Ordenamiento e Impacto Ambiental de la Secretaría
del Medio Ambiente del Estado de México le ha otorgado prórroga. La
medida debía de ser cumplida en 30 días hábiles.
De
incumplir con la resolución, Waste Co se haría acreedor al pago de una
multa de 1 día de salario mínimo vigente por cada día que transcurra. La
empresa interpuso un recurso de inconformidad mediante el que solicita
se declare la nulidad del expediente administrativo PROPAEM/0414/2012,
de la resolución del 31 de octubre de 2013, así como la invalidez de la
orden de visita de inspección del 28 de mayo de 2012, puesto que –a
decir de Waste– la Procuraduría de Protección al Ambiente la ejecuta sin
contar con facultad alguna o sin fundar dicha facultad.
El
proceso, aún abierto, se resuelve en juzgados civiles. El archivo en la
Procuraduría lleva el folio 548/2014. Como terceros interesados, los
agremiados de Fopovid, AC, solicitaron copias certificadas y se
encuentran a la espera.

Waste opera sin permiso vigente
A
través del oficio 212090000/DGOIA/OF/ 958/15, fechado el 15 de mayo del
año en curso, la Dirección General de Ordenamiento e Impacto Ambiental,
de la Secretaría de Medio Ambiente, dio a conocer que el Relleno
Sanitario Waste Tecámac no cuenta con autorización vigente, situación
que hizo del conocimiento de la Procuraduría de Protección al Ambiente
del Estado de México para los efectos correspondientes.
El
oficio SGG/CGPC/0-3063/2015, de 12 de mayo de 2015, da cuenta también
de la irregularidad con que opera el sitio. “Después de realizar una
búsqueda en los archivos de esta Coordinación General, no se cuenta con
antecedentes en el Registro Estatal de Protección Civil de la
inscripción del Programa Específico de Protección Civil del Relleno
Sanitario Waste Tecámac”.
Para la realización de este trabajo, Contralínea
solicitó entrevista con Félix Pérez Camilo, titular de la Procuraduría
de Protección al Ambiente del Estado de México; así como con Cruz
Juvenal Roa Sánchez, de la Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno
del Estado de México; con Rocío Díaz Montoya, presidenta municipal de
Tecámac, y con Waste Co México, SA de CV, empresa encargada del
basurero, sin que al cierre de edición se haya tenido respuesta.
Contralínea 462 / del 09 al 15 de Noviembre 2015