El que quiera volver a
ver la película que ya se sabe, sólo necesitará comprarse sus palomitas,
pues el partido de las cuatro mentiras (P4M) y un solo jefe tricolor
verdadero ahora invita la entrada a las salas de cine en las que ya
antes ha presentado al irrespetado público sus groseros comerciales
presuntamente cumplidores.
Cartelera de cotorreo y vacilón, con los genios publicitarios del Verde poniendo en circulación sus pases gratuitos para tres personas en las cadenas cinematográficas amigas (Cinemex, en este caso, que junto con Cinépolis sostuvo en pantallas los cineminutos del PVEM). Verdes tan campantes aunque les carguen una y otra multa (lo que en política se puede comprar con dinero siempre saldrá barato), repartidores de tarjetas plásticas de descuento, invasores de privacidad telefónica, maquiladores de mensajes por Internet, proveedores de envoltorios de papel para tortillas, difusores de ofensivos mensajes publicitarios al por mayor, testigos terminales de cargo contra el INE que tiene al políticamente depauperado Lorenzo Córdova declamando supuestos exhortos de respeto a la legalidad mientras el PVEM se pitorrea abiertamente de la solemne palabrería
justicieradel citado Instituto de la Burla Electoral. No buscar resquicios para obtener ventajas indebidas, demanda LorCor, y el Verde le hace caso, pues no busca resquicio alguno (hendidura pequeña, coyuntura, abertura entre el quicio y la puerta, según la RAE) sino la fachada completa, la amplitud entera, la espaciosidad presuntuosa, la exhibición a toda pantalla de una leyenda de trasfondo que confirma el fraude electoral en curso. ¡Palomitas para todos, que el Verde invita al cine!
También concurre a la dulcería más cercana a su centro de diversión el vacilante y vacilador secretario de la (dis)funcion pública, Virgilio Andrade, quien hace cómicos amagos de amenazante ferocidad ante el expediente del amigo David Korenfeld, quien fue pillado por fuego fotográfico vecino en plena faena de utilización de caros bienes de la nación para traslados familiares en el contexto de unas vacaciones de lujo en Colorado.
Puede ser, quizá, tal vez, a lo mejor, dice el Virgilio de los tiempos literarios de Peña Nieto emulando a aquel Gaspar Henaine, Capulina, y su simplicidad de pastelazo. Sí hubo una irregularidad, pues el propio promotor de la privatización de las aguas nacionales para beneficio de cuates definió su pifia como un
error inexcusable, pero aún no se define la gravedad del asunto (podría ser nada grave, ínfimamente grave, ni remotamente grave o disimulablemente grave). En el peor de los casos, podría darse la renuncia, el adiós provisional en espera de coyunturas para el reacomodo amistoso, pero no el castigo ejemplar al rotundo espectáculo de corrupción delictiva en el manejo de los recursos públicos.
A reserva de que el director oficial de la película nacional decida dar en horas próximas algún
manotazoen el caso Conagua para
demostrarsu férrea e indeclinable voluntad de castigar todo acto de corrupción que ya no pueda solapar y que no se refiera a las casas intocables, el mensaje que ya ha asentado el viajero Korenfeld es el de la protección en los altos niveles de la política nacional de cuanta corrupción sea necesaria para que la facción dominante siga siendo una
familiapolítica feliz. ¡Palomitas para seguir viendo los Juegos del agua y sus helicópteros de gran turismo!
El actor hidalguense Miguel Ángel Osorio Chong también ha
hecho su aportación a que el show (de la tortura en México) pueda
continuar. El público de todo el país sabe que las policías practican de
manera sistemática la tortura, y existen constantes testimonios del
sometimiento de aprehendidos a prácticas salvajes de
interrogatorio. A la histórica patología de esos agentes civiles de los tres niveles de
gobierno(municipales, estatales y federales) se ha sumado la proclividad de las fuerzas armadas (soldados y marinos) que irrumpieron en el escenario a partir de que el cineasta funerario Felipe Calderón y su productor estrella, Genaro García Luna, desataron su terrorífica obra pedestre, La guerra contra el narcotráfico.
Ya antes el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade,
había desatado una torpe campaña contra el máximo funcionario de
Naciones Unidas relacionado con el tema de la tortura, Juan Méndez,
descalificándolo por la bananera razón de que sus conclusiones como
experto e investigador del tema en México no coincidieron con el libreto
amable y feliz que Los Pinos desearía que fuera tomado como texto de
cabecera. Ahora, Osorio Chong ha reiterado que el México de Peña Nieto
sigue plenamente dispuesto a colaborar y apoyar todo tipo de trabajo de
organismos internacionales sobre la realidad mexicana (pero siempre y
cuando los resultados de esos trabajos sean gratos a la visión
gubernamental. La doctrina OsoChón es clara: se respeta todo tipo de
opinión e investigación, siempre y cuando se apegue a lo que las
autoridades proclaman como verdad oficial). Las insulares palabras del
titular de Gobernación tuvieron como foro los Talleres Gráficos de la
Nación, en el contexto de la impresión de las boletas electorales, sin
pocito ni agua tehuacán en la nariz, que serán utilizadas en la próxima
tortura electoral. ¡Palomitas hechas en Pachuca para la ONU!
Astillas:
Con sus enredos y contradicciones (sobre todo la alianza
con el panismo de Emilio González Márquez), la corriente que encabeza en
Jalisco Enrique Alfaro (efervescente candidato a presidente municipal
de la capital), bajo el cobijo de mutua conveniencia del Movimiento
Ciudadano, alberga una posibilidad de cambio en un escenario hasta ahora
dominado por el frívolo e inexperto gobernador priísta Aristóteles
Sandoval y su ineficaz grupo, y por los arreglos multipartidistas de la
facción, dirigida por Raúl Padilla, que controla a la Universidad de
Guadalajara y al PRD estatal… ¡Hasta mañana!