lunes, 26 de mayo de 2014

Estudiantes normalistas bajo ataque

26 mayo 2014 | José Martínez Cruz y Juliana G. Quintanilla | La Jornada Morelos
Seis estudiantes normalistas de Amilcingo resultaron heridas y una murió cuando realizaban un boteo para obtener fondos económicos para la realización de actividades por el XL aniversario de la normal. Las normalistas fueron atropelladas por un vehículo en el crucero de Amayuca cuando estaban boteando. Algunas graves, no fueron atendidas en el Hospital de Cuautla y fueron trasladadas al IMSS. Nos informan que son estudiantes de la Normal de Amilcingo. En el lugar Falleció Aurora Tecoanapa, estudiante de primer grado y originaria de Guerrero. Las estudiantes que se encuentran heridas son: Margarita Itzel Loeza Navarrete, Margarita Miranda López, Liliana Vázquez Tablas, Iraida García Perfecta, Lucero Bedolla Gómez y Paola Díaz Brito. El vehículo que las atropelló fue un Tsuru Blanco y el conductor las embistió cuando se encontraban boteando a un lado de la carretera.
Este hecho no puede ser investigado como un accidente, se trata de una acción criminal en la que perdió la vida una de ellas y están en riesgo las demás alumnas que se encontraban a las orillas de la carretera y no la estaban bloqueando. Por ello, es necesario que se lleve a cabo una investigación sobre la forma en que ocurrieron los hechos y lejos de criminalizar a las estudiantes, se castigue a quien cometió este atropello.

La Normal de Amilcingo está cumpliendo su XL aniversario y tenía programas diversas actividades culturales a partir del 26 de mayo, donde participarían junto con maestras y directivos del plantel. Datos del INEGI señalan que México se encuentra en el último lugar en gasto por alumno, alumna, esto repercute en la mala calidad de la enseñanza, en la falta de oportunidades en diversos programas educativos y culturales a nivel superior. El presupuesto en programas de educación no incluye actividades de esta naturaleza que son importantes de realizar. Las y los jóvenes no tienen garantía de acceso a una educación integral que les permita desarrollar plenamente y con seguridad todas sus actividades educativas, cívicas y culturales que les permita vivir dignamente. Así que, es tradicional que recaben fondos para llevar a cabo estas celebraciones. 

Lo hacen precisamente en el crucero de Amayuca, donde muchos choferes y automovilistas ya las conoce e identifica plenamente y se solidarizan con ellas. Por eso, nos llama la atención que durante los últimos meses, estudiantes de diversos planteles normalistas del país, hayan padecido situaciones similares. Tanto en el Estado de Guerrero como en Michoacán, se han dado casos similares, en los que personas con vehículos atentan contra la vida de quienes se están manifestando públicamente en defensa de sus derechos. Aun cuando es comprensible la irritación por tener que transitar lentamente puede originar molestias en quien conduce un vehículo y se encuentra bloqueado el camino por manifestantes, es claro que la inmensa mayoría de las personas que se enteran de las razones que estos tienen, no las ataca físicamente, por lo que solo una conducta criminal explica que se les arroje un vehículo en marcha.

El contexto en que ocurren estos hechos están marcados por el clima de violencia e inseguridad prevaleciente en Morelos, lo que implica una ruptura del tejido social, y se van imponiendo cada vez más los niveles de agresión que nos coloca en un estado de barbarie permanente. Hoy nos enfrentamos a un grave problema de inseguridad, de violencia criminal e institucional, de silencios cómplices y omisiones gubernamentales. Las medidas de fuerza con la violencia se imponen ante la ausencia de políticas integrales de respeto a los derechos humanos de combate a la impunidad y a la complicidad. La seguridad en las calles no es con armas. Es necesario vincular seguridad ciudadana y comunitaria que atienda las causas estructurales de la desigualdad, la injusticia y la violencia contra la población, evitar toda clase de abusos amparados en la impunidad. Por eso es necesaria una investigación a fondo, el gobierno con todas sus fuerzas policíacas no ha ubicado ni logrado detener al conductor del vehículo identificado como un Tsuru blanco.

Por todo ello, nos solidarizamos con las normalistas de Amilcingo y exigimos que la muerte de la joven estudiante Aurora Tecoanapa no quede impune, y que las estudiantes heridas cuenten con todo el apoyo y solidaridad para atender sus heridas y conseguir que haya justicia y no prevalezca la impunidad en Morelos. . ¡Exigimos justicia!