Es un plan de Washington que arrancó antes del TLCAN, asegura Carlos Fazio
La reforma energética es la suma de 30 años de recetas neoliberales impuestas, señalan
Elizabeth Velasco C. | Periódico La Jornada | Miércoles 13 de noviembre de 2013, p. 12
La privatización del sector energético responde a los intereses del gobierno de Estados Unidos, que por razones de seguridad nacional requiere garantizar su abastecimiento de petróleo, gas y agua en el transcurso de esta primera mitad del siglo XXI, plantearon Josefina Morales y Carlos Fazio, académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como José Antonio Almazán, representante de los jubilados del Sindicato Mexicano de Electricistas, y Jesús Ramírez, del comité ejecutivo del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Durante su participación en el foro Las reformas peñistas en su laberinto, organizado por La Jornada y Casa Lamm, coincidieron en señalar que la reforma energética de Enrique Peña Nieto es “la suma de 30 años de reformas neoliberales, impuestas desde la campaña presidencial de Ronald Reagan” y que ya han provocado a México “una guerra de despojo de sus recursos estratégicos y de las conquistas sociales heredadas de la Revolución Mexicana”.
Los panelistas señalaron que el país se ha enredado cada vez más en el “laberinto imperialista de Estados Unidos”.
Evaluaron desde los acontecimientos de los años 70, “cuando Estados Unidos perdía autonomía energética” y “México se comprometía con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y otros instrumentos del imperialismo”, hasta los recientes hechos de espionaje de los sistemas de inteligencia estadunidenses al gobierno de Felipe Calderón y a Enrique Peña Nieto cuando era candidato presidencial.
Mercado energético del norte
Fazio planteó que la consolidación de un mercado energético del norte, con México, Estados Unidos y Canadá, remata en la reforma energética, a punto de ser aprobada por PRI y PAN.
“El interés por los hidrocarburos de parte de las trasnacionales estadunidenses tiene que ver con un proyecto que arrancó antes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y pasa por el Plan Puebla-Panamá (PPP), la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN) y la Iniciativa Mérida.
“Se trata de un cuadrilátero creado como un espacio territorial de América del Norte, creado por Estados Unidos, México y Canadá, y se trata de la energía; la del petróleo, el gas natural, el gas shale y el agua, en su parte continental, y en particular (la estrategia) va por el petróleo que está en el Golfo de México, tanto de la cuenca de Sabinas como la de Burgos, en la frontera con Tamaulipas”.
Fazio definió que ese tesoro que hay en aguas profundas es motivo del espionaje de Estados Unidos al gobierno de Felipe Calderón y a Peña Nieto cuando era candidato presidencial, porque los “hidrocarburos son el eje de la disputa que se da entre las trasnacionales petroleras anglosajonas, a las cuales Peña ha prometido dar certeza jurídica con la modificación de los artículos 27 y 28 de la Constitución”.
Fuente: La Jornada
Fuente: La Jornada