
Los Estados miembros de la Unión Europea decidieron frenar una reforma sobre la protección de datos, como respuesta a las revelaciones de espionaje.
Alemania decidió aplazar una legislación que pretende reforzar el derecho de los ciudadanos a la privacidad y que debía estar lista antes de las elecciones europeas, en mayo de 2014.
Hasta el momento, se ha desplazado a 2015 la fecha límite para adoptar las nuevas reglas comunitarias de protección de datos, y, por primera vez, Alemania y otros países renunciaron a esgrimir dicha herramienta como una respuesta política a las escuchas estadounidenses. Ese nuevo enfoque aleja definitivamente la posibilidad de contar con una regulación en los próximos meses.
Sin embargo, el ministro alemán del Interior, Hans-Peter Friedrich, advirtió que si se demuestra que uno de los diplomáticos estadounidenses espió y quebrantó la ley germana, será expulsado del país.
Friedrich tuvo palabras fuertes para la conducta del aliado estadounidense: “está bastante claro que si alguien aquí en la embajada o en algún otro lugar es responsable o se le encuentra culpable en este asunto será sancionado o, si es diplomático, deberá abandonar el país”.
Recalcó que lo esencial en este momento es aclarar lo sucedido y consideró que Alemania y EU deben “responder conjuntamente” las preguntas suscitadas en torno al programa de espionaje estadounidense en suelo alemán.
Revelaciones afectarían posible TLC
La reacción adversa en Europa a las revelaciones de espionaje por parte de Estados Unidos amenaza un acuerdo que genera decenas de miles de millones en negocios transatlánticos todos los años, y las negociaciones para otro pacto que vale muchas veces más.
Un creciente número de funcionarios europeos han pedido suspender el acuerdo de intercambio de información llamado “Safe Harbour“, que permite a empresas estadounidenses procesar datos comerciales y personales de clientes en Europa como ventas, correos electrónicos y fotos.
Las revelaciones sobre la magnitud del espionaje estadounidense a sus aliados europeos amenazan también uno de los principales objetivos transatlánticos del presidente Barack Obama: un acuerdo de libre comercio que añadiría un estimado de 138,000 millones de dólares (100 mil millones de euros) al año al PIB de cada parte.
Fuente: Aristegui Noticias
Fuente: Aristegui Noticias