9 octubre 2013 | José Gil Olmos | Proceso
TLAHUITOLTEPEC, Oax. (apro).- Desde hace décadas los pueblos originarios de América, sobre todo de Latinoamérica, se han organizado para defenderse de las múltiples amenazas que han sufrido desde el “descubrimiento” de 1492. Una de estas ramas del amplio árbol de organización, que ha crecido en siglos, es la comunicación entre ellos y con los demás pueblos, pero como una herramienta de lucha y defensa de sus derechos inalienables.
A lo largo de esta semana, poco más de mil 500 integrantes de pueblos originarios de todo el continente llegaron hasta este poblado mixe, incrustado en la sierra norte de Oaxaca, para intercambiar las experiencias adquiridas en las últimas décadas en aspectos de comunicación. En el curso de las primeras pláticas, la mayor parte de ellos revelaron que además de los problemas atávicos de racismo, segregación, olvido, pobreza y clasismo, ahora son sujetos de saqueo de grandes trasnacionales que quieren las riquezas que les pertenecen.
Usando las nuevas tecnologías de comunicación, los pueblos indios de México, Bolivia, Perú, Colombia, Brasil, Guatemala, Ecuador, Chile, Argentina, Honduras, Belice y hasta de Uruguay (los charrúas se declaran indígenas), mostraron las nuevas guerras y ataques de conquista a sus territorios por parte de trasnacionales de la minería, energéticos, recursos naturales como el agua, y bandas criminales que los tienen nuevamente bajo la amenaza de despojarlos de la única riqueza que reclaman: la posesión y uso de la tierra.
A través de documentales, películas, programas de radio, blogs y podcast, los pueblos indígenas o indios divulgan la realidad que sufren en sus territorios, y de esa manera, como una estrategia de comunicación y de lucha, defenderse de los nuevos peligros.
La difusión inmediata de la información es quizá una de las principales herramientas de lucha que desarrollan actualmente los pueblos originarios de América. Con la nueva tecnología informática ya no tienen que luchar para que en los medios institucionalizados, ligados a los gobiernos o a los grupos de poder, se publique y difunda lo que les ocurre. Son ellos, a través de la red global de comunicación, sus propios comunicadores y difusores de su lucha y defensa de derechos.
Por ello, al igual que la defensa de la tierra, luchan ahora por mantener sus radios comunitarias y que se les reconozca en las nuevas leyes de telecomunicaciones su derecho de hacer uso del espectro público y de crear sus propios canales de televisión, pero, sobre todo, mantener los medios de difusión que han encontrado en el ciberespacio a través de la red de internet, donde pueden navegar sin restricciones y comunicarse entre ellos y el resto del mundo, sea a través de su propia lengua u otras como el español, que también dominan.
La Segunda Cumbre Continental de Comunicación Indígena es el resultado de dos años de trabajo continuo de parte de los organizadores mexicanos, principalmente de Oaxaca. Hicieron de Tlahuitoltepec el centro de convergencia de los pueblos que por siglos han buscado que se escuche su voz.
En este encuentro, como en otros similares, lo que los pueblos indígenas de América buscan es hacer, construir sus propias formas de hacer comunicación, distintas a las comerciales, donde la noticia es una mercancía y la información un intercambio de opiniones inconexas entre los grupos de poder.
No quieren que nadie les venga a enseñar o les haga sus programas, documentales o formatos de información y comunicación. Cada uno de estos pueblos los está construyendo de acuerdo con sus propias necesidades, su forma de ver el mundo, sus creencias y costumbres, a través de su propia lengua.
De ahí la importancia del principal objetivo de este encuentro: contribuir al fortalecimiento y empoderamiento estratégico de los procesos de comunicación de los pueblos indígenas del Abya Ayala (el continente o la nación indígena) en un marco de diálogo, intercambio, reflexión y propuestas.
Los resultados de esta Segunda Cumbre Continental de Comunicación Indígena tendrán su propio peso y serán llevados a dos cumbres que se realizarán en Colombia y Nueva York en los próximos años, y será un peldaño más en la lucha histórica de los pobladores originarios de este continente por defender su tierra y sus derechos, ahora a través de la comunicación como una forma de lucha y de resistencia.
Fuente: Proceso
Fuente: Proceso