8 octubre 2013 | Natalia Antezana | Revolución tres punto cero
“Aquí/se ve / la fuerza del SME. Aquí/ se ve/ la fuerza del SME”, es la consigna que retumba en cualquier espacio que sea gritado. Desde el bronco pecho de los electricistas y denotando un gran orgullo, en coro juntan sus voces y hacen presente a su gremio, que sigue en pie, que sigue en el camino, que sigue en la lucha, ya no sólo por sus derechos laborales, sino para que se reconozca a la electricidad como un derecho de todos los mexicanos.
En la noche del 10 de octubre del año 2009, el entonces presidente, Felipe Caldeŕon, firmó el decreto presidencial mediante el cual se declaró la extinción de Luz y Fuerza del Centro, por “su comprobada ineficiencia operativa y financiera”.
Al rededor de la media noche, entre el 10 y el 11 de octubre, la Policía Federal inició el operativo de desalojo de las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro en sus sedes del Distrito Federal, Necaxa, Cuernavaca, Pachuca, Pedregal y Lechería. Según la revista Proceso, en realidad eran soldados entrenados en el uso de explosivos, apoyos logísticos, atrincheramientos y fortificaciones para enfrentamientos armados.
El Partido de la Revolución Democrática señaló que no existía justificación alguna para la liquidación, y el Partido Revolucionario Institucional (que en ese entonces era oposición), dijo que cualquier costo debería ser asumido por el Partido de Acción Nacional, fuerza política en el poder. Por su parte, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal presentó una controversia constitucional que fue rechazada.
El 27 de octubre, el SME interpuso una demanda de amparo contra el decreto presidencial, por carecer de sustento jurídico para desaparecer la empres de LYFC y despedir a maś de 44 mil trabajadores.
A menos de un mes, el 7 de noviembre de ese mismo año, la juez federal Guillermina Coutiño Mata concedió una suspensión definitiva al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) para que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) se abstuviera de resolver sobre la terminación de la relación colectiva de trabajo entre la extinta Luz y Fuerza del Centro (LFC) y el SME.
La jueza Federal Coutiño Mata también rechazó el amparo presentado por el SME en contra del decreto presidencial.
El 30 de enero se instaló un plantón permanente de alrededor de 200 electricistas en el Zócalo capitalino. No obstante, conforme pasó el tiempo, el campamento también creció.
El 25 de abril dio inicio una huelga de hambre de los ex trabajadores de Luz y fuerza para exigir la reinstalación de los trabajadores y pedir a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) una valoración justa de la problemática, puesto que los electricistas presentaron ante el Poder Judicial pruebas de la inconstitucionalidad del decreto presidencial del 11 de octubre, que dejó sin empleo a más de 44 mil empleados de LFC.
El 5 de julio de 2010, la Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló la constitucionalidad de extinción de Luz y Fuerza del Centro ya que reconoció las facultades del presidente de la República para emitir un acto admisitrativo de tal magnitud que desapareció al organismo descentralizado.
El 23 de julio de 2010, el plantón del SME se retira del Zócalo capitalino, así también se levanta la huelga de hambre, en la que se encontraban 3 personas. Cayetano, uno de ellos, llevaba 90 días en esa extrema protesta. El arreglo con Gobernación fue que se iniciaría el proceso para la recontratación de los trabajadores en la Comisión Federal de Electricidad, a cambio de retirar el plantón y la huelga de hambre. Lo segundo sí ocurrió, lo primero… no.
El 4 de marzo de 2011, integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) volvieron a utilizar el Zócalo de la Ciudad de México como escenario de su protesta e instalaron un plantón permanente e indefinido, demandando la solución del conflicto y la recontratación de los más de 16 mil trabajadores que no habían cobrado su liquidación.
El 13 de septiembre de 2011 el SME levanta el plantón permanente del Zócalo de la Ciudad de México que tenía instalado desde el 4 de marzo del mismo año, luego de pactar un acuerdo con el gobierno federal para que en un plazo de dos meses se encontrara una vía de inserción laboral para los 16 mil 500 trabajadores no liquidados.
El 14 de noviembre de 2011, líderes del SME presentaron una petición formal ante el Departamento de Trabajo de Estados Unidos conforme a los acuerdos laborales paralelos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), denunciando violaciones del gobierno mexicano a derechos laborales y sindicales.
Agosto de 2012, la junta Especial 5 de Conciliación y Arbitraje dictó un laudo por el que se dieron por terminadas las relaciones laborales y el contrato colectivo entre LyFC y el SME y también se estableció que la figura del patrón sustituto es improcedente.
El primero de septiembre de 2012 la dirigencia del SME anunció otro plantón en el Zócalo capitalino, que coincide con el último informe de gobierno de Felipe Calderón.
El 18 de septiembre de 2012 un tribunal federal otorgó un amparo al SME como parte del litigio de los electricistas para lograr que se reconozca a la Comisión Federal de Electricidad como patrón sustituto de la extinta paraestatal Luz y Fuerza del Centro.
El 30 de enero de 2013 los ministros de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) negaron, por unanimidad de votos, un amparo al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), al revocar el fallo de un tribunal colegiado que determinó que la Comisión Federal de Electricidad debería fungir como patrón sustituto.
El 28 de mayo dio inicio otro plantón permanente en la calle de Bucareli, a las afueras de la Secretaria de Gobernación, como medida de presión para la reinserción laboral de electricistas que no aceptaron la liquidación, así como el pago de jubilaciones a 3 mil ex trabajadores de la extinta Luz y Fuerza del Centro.
El plantón fue retirado después de 38 días, el 5 de julio del mismo año, después de que las negociaciones avanzaron y que los electricistas decidieron ceder para no romper el diálogo.
Se han hecho muchas marchas, plantones, mesas de diálogo, mítines, protestas, manifestaciones, amparos; acciones de diferentes índoles se han realizado desde aquel 10 de octubre de 2009. Algunos avances ha habido, pero aún sin soluciones reales para los trabajadores que fueron despedidos bajo un decreto presidencial.
A cuatro años, los electricistas siguen marchando, manifestandose, realizando asambleas y manteniéndose en su batalla por sus derechos laborales.