Estamos afectados porque no hay turismo, dice un pescador
Héctor Briseño | Corresponsal | Periódico La Jornada | Lunes 30 de septiembre de 2013, p. 12
Acapulco, Gro., 29 de septiembre.- Poblados del oriente de Acapulco, colindantes con la laguna de Barra Vieja y al río Papagayo, se encuentran semidestruidos e incomunicados.
El agua del Papagayo destruyó el puente auxiliar Barra Vieja-Las Lomas. La vialidad, de unos mil metros, fue arrasada, y las comunidades Chapopote y San José de Guatemala quedaron aisladas de Lomas de Chapultepec y Barra Vieja, y únicamente se puede llegar rodeando por la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional.
También se puede cruzar el río por 10 pesos, en un apretado cayuco en el que apenas caben ocho personas, pero el trayecto “da miedo a la mitad”, dicen los lugareños, pues “hay mucho río”.
“El puente se cayó el domingo (15 de septiembre) en la tarde, el río estaba bajando, y en la tarde bajan un chingo de palos y se volteó, pasaba el agua por arriba y chocaba con las losas, tumbó un pilote de en medio y se lo llevó”, relató Salvador Gallegos Gallardo, de San José de Guatemala, quien cruzó para ver cómo estaban sus amigos de este lado, pues en su pueblo el río derrumbó 15 casas.
En la entrada de Lomas de Chapultepec, la señora Herma Téllez, dueña de una miscelánea, explicó: “Dios nos da y nos quita, la gente aquí pudo comer porque en esa parte del río encontraban pescado, cada quien podía ir para recoger y comer, la gente estuvo agarrando armadillo”. Agregó que la tormenta Manuel y el río Papagayo se llevaron huertas de palmas de coco, matas de plátano, “dejó limpio”.
Habitantes de Barra Vieja se quejaron porque no ha llegado el programa de empleo temporal, que fue llevado primero a Revolcadero, en la zona Diamante.
El pescador José Antonio García, de la Bocana de Barra Vieja, estimó que al menos 28 restaurantes y siete cabañas resultaron dañados en el sector. Lamentó que “estamos afectados porque no hay turismo, no hay nada pues”.
En la primaria, secundaria y telesecundaria de Plan de los Amates, Barra Vieja y San Andrés Playa Encantada las clases siguen suspendidas, mientras en el bulevar Cayaco-Puerto Marqués elementos de protección civil capturaron un cocodrilo en una subestación de la Comisión Federal de Electricidad.
Colonias del último cinturón de la periferia, al noreste del puerto, siguen sin clases y sin comida. En el pueblo Veladero de Morelos, al que se llega luego de 5 kilómetros de terracería desde la terminal de la colonia Simón Bolívar, los 200 habitantes no tienen comida y están prácticamente incomunicados por la lluvia del jueves pasado.
Padres de familia y profesores de la preparatoria popular Rosalío Wences Reza, que funciona en sitios marginados, pero sin recursos, llevaron despensas reunidas por maestros y voluntarios.
Fuente: La Jornada
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