México SA-Carlos Fernández-Vega
Ya no es novedad, pero en 2012 los mexicanos ricos entre los ricos, marca Forbes, incrementaron sus de por sí gruesas fortunas hasta llegar a representar, de forma conjunta, cerca de 15 por ciento del producto interno bruto, aunque la de ellos, solita, significa 7.5 por ciento del PIB nacional. En contrasentido, el ingreso de la mayoría de los mexicanos volvió a caer y de pilón le regalaron una “reforma” laboral “moderna”.
Lo que sí es novedoso en el inventario Forbes más reciente (divulgado ayer por la revista especializada, con información al cierre de 2012) es que Joaquín El Chapo Guzmán quedó fuera (primero lo andaban “matando” en Guatemala y ahora le reducen sus haberes), que regresa triunfal la familia Hank González a la lista de ricos entre los ricos, que lo propio sucede con María Asunción Aramburuzavala y que la relación de barones subió de 10 a 15 en el último año, para reunir fortunas por 148 mil 700 millones de dólares (casi 2 billones de pesos), con los que pagarían la deuda del gobierno federal (sector público aparte) y les darían cambio. Si se prefiere, con ese monto podrían comprar países como Bielorrusia, Irak, Eslovaquia, Nueva Zelandia o Angola, por citar algunos ejemplos, y también les darían cambio.
Felizmente, los mexicanos Forbes muy lejos están de la prole, la cual, de acuerdo con la Cepal, ha visto cómo su ingreso se ha desplomado más de 80 por ciento a lo largo de cinco gobiernos neoliberales (de Miguel de la Madrid a Felipe Calderón), mientras las fortunas de los señorones reportan un comportamiento totalmente inverso. Pero por allí insisten en que México “va por el rumbo correcto” y que ya se está muy cerca de que los beneficios “alcancen el bolsillo de la mayoría”.
Como era de esperarse, Carlos Slim se mantiene como el más rico entre los extremadamente ricos del mundo (y de México, por obvias razones). Forbes le atribuye una fortuna de 73 mil millones de dólares, algo así como 7.5 por ciento del producto interno bruto nacional para él solito. Durante la docena trágica panista (el otro día se me fue decena por docena) este personaje fue uno de los más críticos del modelo económico por su pésimo desempeño (en lo cual tiene toda la razón), pero a él nada mal le fue: en esos 12 años su fortuna pasó de 10 mil 800 a 73 mil millones de dólares, con todo y crisis de 2009. Desde que apareció por primera vez en el inventario de ricos entre los ricos (en 1991, a raíz de la privatización salinista de Teléfonos de México), los haberes del dueño de medio país se incrementaron 4 mil 500 por ciento.
En el inventario de Forbes le sigue en orden de importancia el zar de la plata (otro que se ha enriquecido con los bienes de la nación, porque El Palacio de Hierro no da para tanto), Alberto Bailleres, quien al cierre de 2012 reportó una fortuna de 18 mil 200 millones de dólares, mil 700 millones más que el año previo. Con Fox y Calderón en Los Pinos, este personaje aumentó sus haberes en la friolera de casi mil por ciento.
Tercero en el ranking, a Germán Larrea (el de Pasta de Conchos, también usufructuario de los bienes nacionales y zar del cobre) Forbes le anota una fortuna de 16 mil 700 millones de dólares, 2 mil 500 millones adicionales a los presumidos un año atrás. A lo largo de la docena trágica, el protegido de Fox y Calderón, así como por sus respectivos secretarios de Gobernación y del Trabajo, engordó su cochinito en casi mil 600 por ciento, al pasar de mil a 16 mil 700 millones de billetes verdes.
Infaltable –del sexenio salinista para acá– en el inventario de Forbes, Ricardo Salinas Pliego (uno más de los beneficiarios de la otrora riqueza del Estado) aparece en cuarta posición con 9 mil 900 millones de dólares. Aquí se registra un descenso respecto del año anterior, cuando al de los abonos chiquitos le atribuyeron una fortuna de 17 mil 400 millones. Aun así, nada mal le fue durante la docena trágica panista, pues su alcancía engordó en cerca de 300 por ciento.
De los 148 mil 700 millones que acumulan 15 mexicanos Forbes, la mitad (en número cerrados) corresponde a Carlos Slim (73 mil millones de dólares), y la suma de Bailleres, Larrea y Salinas representa otro 30 por ciento (44 mil 800 millones). Así, el 20 por ciento restante se distribuye (no democráticamente, desde luego) entre otros 11 empresarios, que a duras penas reúnen otros 30 mil 900 millones de billetes verdes.
Por primera vez entre los ricos aparece la viuda de Eugenio Garza Lagüera, quien fuera uno de los pilares de la oligarquía nacional. De ella Forbes señala que es una de las mayores accionistas de Femsa (herencia del marido), la misma empresa que unos años antes vendió su división cervecera a la holandesa Heineken y no pagó un solo centavo de impuestos. También es propietaria de la cadena de tiendas Oxxo, que ha crecido a lo largo y ancho de la República como lo hacen las epidemias. A la señora le atribuyen una fortuna de 6 mil 600 millones de dólares.
En la danza de los millones reaparece (con 5 mil millones de dólares) la ex esposa del ex embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza. María Asunción Aramburuzavala fue una de las principales accionistas del grupo cervecero Modelo, vendido a un consorcio belga por más de 20 mil millones de billetes verdes, operación que también estuvo libre de impuestos por concretarse en el mercado bursátil nacional.
Los demás ya parecen pobres, porque sus fortunas van de 4 mil millones de dólares (Jerónimo Arango, ex accionista de Aurrerá, que vendió a Wal-Mart) a mil 300 millones (Juan Gallardo Thurlow, negociador del TLCAN por la parte empresarial, azucarero, refresquero y otras gracias).
Por allí se relaciona a Emilio Azcárraga (Televisa, 2 mil 500 millones); Rufino Vigil González (Industrias CH, 2 mil 400 millones); José y Francisco Calderón Rojas (también de Femsa, 2 mil 300 millones); Roberto Hernández Ramírez (integrante de Televisa; otro que sabe muy bien cómo no pagar impuestos, junto con Alfredo Harp Helú, como en el caso de Banamex; mil 800 y mil 500 millones, respectivamente), y Max Michelle Suberville (otro de Femsa y cabeza de la tienda Liverpool, mil 400 millones).
Y para beneplácito de la familia política, después de 18 años de no contarse (oficialmente) entre los ricos más ricos, el heredero de la fortuna del profesor Carlos Hank González (su hijo Carlos Hank Rhon) brinca a la palestra para presumir que vivir fuera de Forbes es vivir en el error. Su modesta fortuna: mil 900 millones de dólares.
Las rebanadas del pastel
Qué lástima, pero a Elba Esther no la dejaron llegar a Forbes. Con lo cerquita que estaba.
Fuente: La Jornada
Fuente: La Jornada