sábado, 18 de agosto de 2012

Las verdades que denigran

17 agosto 2012 | Jesusa Cervantes | Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- Ahora resulta que se “denigra y calumnia” al PRI por dar a conocer la “miles de pruebas” que evidencian la compra de votos. Se denigra al PRI cuando se habla de lavado de dinero, se denigra al PRI cuando se muestran fotos de socios del Chapo Guzmán con Enrique Peña Nieto, se denigra al PRI cuando se muestran transferencias bancarias dudosas…
Vaya, se denigra al PRI ¿por decir la verdad? Y se multa ¡a quien lo hace!
Y uno se pregunta si el actuar de los consejeros y magistrados electorales no los denigra. Podrán, acaso, estos funcionarios ver a la cara a sus hijos o nietos. Supondría que no, a menos que sean unos cínicos, a menos que se asuman como funcionarios que velan por su trabajo, sus jugosos salarios y beneficios, y no por el bien de la nación.

A lo mejor, como muchos de los gobernantes en México, apuestan al olvido. A “la normalidad” una vez que el tribunal valide a Enrique Peña Nieto como el limpio ganador de la elección presidencial manchada por la compra y coacción del voto.

¿Y si le apuestan a lo que sucedió con Luis Carlos Ugalde y sus consejeros –de quienes, por cierto, pocos pueden recordar sus nombres–, integrantes del IFE que validaron en 2006 el otro fraude electoral? ¿Qué pasó con Ugalde?, ¿acaso alguien le reclama su vergonzoso papel e ilegal actuación en el IFE’, ¿acaso alguien lo culpa a él o a los magistrados del Tribunal Electoral que dieron la constancia de ganar a Felipe Calderón, que lo recibieron por la puerta de a tras y por ahí mismo lo despidieron?

Tan no pasó nada que al secretario del tribunal lo hicieron más tarde magistrado de ese organismo.

Es posible que a eso mismo le estén apostando los integrantes del IFE y el Tribunal. Pero que no se olviden que si ayer fue la mafia empresarial la que puso a Felipe Calderón en Los Pinos y éste a miles de mexicanos en el cementerio, hoy todo parece indicar que es la mafia, el crimen organizado, el narcotráfico, los que empujan a Enrique Peña Nieto. Así es que las consecuencias de sus actos, si no las reciben ellos, seguramente su descendencia las recibirá.

Y claro, no sólo ellos, todos los mexicanos. Tanto consejeros como magistrados no pueden seguir pensando en la inmediatez de sus resoluciones y que los llevarán a conservar su posición dentro de los órganos “autónomos”. Si tuvieran visión a largo plazo verían que ellos también están contribuyendo a destruir más al país.

En México hace muchos años que se incrustó la economía narca, la política narca y todo se volvió una simulación. Hace algunos meses, el doctor Edgardo Buscaglia, una de las personas más calificadas para hablar del tema del crimen organizado, por sus indagaciones y presencia en varios países del mundo, comentó que el IFE es una simulación, que hasta allá se manejan los hilos a través del narco y de una forma sutil, que ni los mismos funcionarios lo perciben.

 A la distancia de ese comentario parece que así es, que el IFE es una simulación, pero hoy más vergonzosamente, se ha convertido en una caricatura que con argumentos legaloides pretende justificar sus decisiones. Cuánto se extraña a José Woldenberg y sus consejeros.

Pareciera que ese consejo electoral fue un tropiezo en el tiempo y que el PRI nunca se fue del poder, y que lo que hoy estamos viviendo es sólo la continuidad irremediable de la unión de dos poderes en México: el narco y el PRI. Por eso ahora, más que nunca, ya no se piensa dos veces antes de ejecutar a un presidente (municipal) electo, como sucedió con el priista de Matehuala hace una semana. Si el narco contribuyó a ponerlos en ese lugar político, seguramente el narco considera que los puede quitar cuando ya no les sirven… este parece que será el capítulo siguiente de México, a menos que los funcionarios electorales tengan la valentía de modificar la historia.

Dicen que más peligroso que el narco es la narcopolítica. Y en México ya podemos hablar de ellos, de las narcotienditas, narcobanqueros, narcofutbolistas, narcoempresarios…. narco…. ¿llegará ahora un narcopresidente, como decían los panistas?

Fuente: Proceso