domingo, 12 de agosto de 2012

Errores, cobros estratosféricos, cerrazón y prepotencia en la CFE

"Es que la ley no nos obliga...", insiste la persona del módulo de la CFE, situado estratégicamente a la entrada de la Profeco-Yucatán. "Si usted se compromete a pagar (el monto completo de su recibo), le reconectamos inmediatamente". ¡Ah, qué amable! A esto se llama extorsión. Dicho de forma más clara: "Si usted no nos paga íntegramente la cifra errónea, pues mal por usted porque nos obligará a despojar a su familia del servicio vital". 
domingo de 12 agosto de 2012 | Palabra de Lector | Proceso

Señor director: Espero poder ser breve. En todo caso, estoy supeditado a la carga de la pila de mi lap-top, pues en casa no hay corriente eléctrica desde hace dos semanas. La razón es simple: nos negamos a pagar un recibo de la CFE con una cifra diez veces más grande que la usual. 

El corte no hubiera sucedido si desde un principio hubiéramos acudido a la Profeco para denunciar el cobro excesivo, en vez de presentar nuestro caso ante la CFE, la cual tiene un escritorio estratégicamente situado justo a la entrada de las oficinas de la Profeco-Yucatán. 
La causa de la cifra en desproporción ya está identificada: la mala instalación del nuevo medidor digital (que, por supuesto, estuvo a cargo de la CFE, sin previo aviso a los moradores del predio y sin ninguna información previa sobre el nuevo equipo, sus características y requerimientos). Ello lo determinó el técnico verificador que envió la misma CFE: las "mordazas" de la toma están vencidas; no se debió instalar el medidor digital sin antes haberlas cambiado. 

Sin embargo, el cambio de mordazas es a cuenta del dueño del predio, porque es parte de su propiedad. "Tiene usted hasta el día de mañana para cambiarlas, después de lo cual volveremos a sellar y asegurar el medidor digital". 

Haberlo dicho antes. Haberlo dicho la CFE oportunamente, cuando vieron que las mordazas no eran las adecuadas para el nuevo medidor. 

Al mediodía siguiente al aviso se cambiaron las mordazas, y las nuevas lecturas del medidor digital empezaron a coincidir con las de su antecesor electromecánico. Pero la CFE insiste en que paguemos la lectura errónea. No acepta argumentos. No razona ante la evidencia. No reacciona a favor de los consumidores (clientes cautivos) afectados. Nos dice: "A pesar de toda la evidencia, pague primero y luego vemos si se puede resolver". 

Supongo que nuestro caso es uno de tantos (sísimos) que deben estar sucediendo por estos meses de Ingreso nacional al submundo de la medición digital de la CFE. Supongo que el escudo burocrático de la CFE y los aparentes vacíos legales que actúan en contra del consumidor han desanimado a muchos, que han terminado pagando sin reclamo mayor. En el mundo urbano, la electricidad es un fluido vital (lo cual no está contemplado así en la ley); una familia de dos, tres o cuatro miembros no puede vivir normalmente sin electricidad, y menos después de dos semanas; en Mérida, una carencia así sólo sucede después de un gran huracán. 

"Es que la ley no nos obliga...", insiste la persona del módulo de la CFE, situado estratégicamente a la entrada de la Profeco-Yucatán. "Si usted se compromete a pagar (el monto completo de su recibo), le reconectamos inmediatamente". ¡Ah, qué amable! A esto se llama extorsión. Dicho de forma más clara: "Si usted no nos paga íntegramente la cifra errónea, pues mal por usted porque nos obligará a despojar a su familia del servicio vital". 

Un consejo a los miles de usuarios afectados por la CFE: No pierdan su tiempo tratando de razonar con esta compañía, pues serán engaña- ! dos, ninguneados y extorsionados. Acudan direc- , tamente a la Profeco para que ésta los ampare ¦ contra el corte. Eviten los módulos (escritorios) , que la CFE tiene a la entrada de muchas de las , oficinas de la Profeco; son una trampa y no re- . suelven nada importante. 

Señor director: la pila se está "gastando" (como suele decirse por aquí}. Parece que nos . quedaremos al menos un mes más sin electricidad, porque en la primera audiencia ante la i Profeco la CFE siguió en su misma actitud, y la . próxima audiencia será hasta dentro de cuatro semanas. Y es probable que tengamos que irnos , a un juicio civil o de otra índole. Nada de esto hubiera sucedido si, en vez de atorarnos en el escritorio que la CFE tiene a la entrada de la Profeco, hubiéramos avanzado cinco pasos más. 

Le agradeceré las consideraciones que le merezcan la presente. 

Atentamente Juan Carlos Faller Menéndez Mérida, Yucatán

Fuente: Proceso