15 junio 2012 | Rosalia Vergara | Proceso
CIUDAD VICTORIA, Tamp. (apro).- El candidato presidencial de la coalición Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a serenar esta tierra en sangrienta disputa entre Los Zetas y el cártel del Golfo, mediante la generación de empleos y el combate a la corrupción.
En esta ciudad, donde hace dos años fue asesinado el candidato del PRI a la gubernatura, Rodolfo Torre Cantú, el abanderado de la izquierda pidió a los tamaulipecos, dolidos por la inseguridad y los muertos generados en la guerra contra el narco, que aprovechen la oportunidad de transformar al país con su voto.
En esta ciudad, donde hace dos años fue asesinado el candidato del PRI a la gubernatura, Rodolfo Torre Cantú, el abanderado de la izquierda pidió a los tamaulipecos, dolidos por la inseguridad y los muertos generados en la guerra contra el narco, que aprovechen la oportunidad de transformar al país con su voto.
“No se puede esperar nada bueno de los dirigentes del PRI, siempre hacen fraude. Aquí, en el 2006 se puso de acuerdo la maestra Elba Esther con Eugenio Hernández para favorecer a Calderón”, recordó en su cierre estatal de campaña en Ciudad Victoria.
Pidió a sus simpatizantes hacer labor de convencimiento entre priistas y panistas “de abajo” para optar por el cambio verdadero, pues ellos no son el problema, sino las cúpulas que quieren perpetuar el goce de su sistema de privilegios.
“Ellos están igual de desesperados, preocupados, por lo que está sucediendo en México. Pero también están esperanzados y muchos van a votar por nosotros, muchos priistas y muchos panistas”, reiteró el tabasqueño.
“No estoy hablando al tanteo”, resaltó en una plaza medio llena en la capital de Tamaulipas, un estado, dijo, secuestrado por la violencia.
“El problema real que tenemos en México es que no hay una línea divisoria entre inseguridad y violencia”, expresó en la Plaza de las Armas, donde la presencia de los “halcones” –personas contratadas por los narcos para vigilar quién entra y sale de la plaza–, fue muy evidente.
Horas antes, el candidato realizó otro mitin en Culiacán, Sinaloa, donde destacó el hartazgo popular hacia el priismo expresado en sus marchas por los jóvenes universitarios.
“Ya está harta la gente de esta pesadilla. Pero el despertar de los jóvenes nos ayudó mucho. Vamos a continuar con esta gran obra de transformación con todos. No es que sean priistas o panistas. Toda la gente quiere un cambio verdadero”, afirmó.
López Obrador resaltó que a diferencia de su contrincante priista, Enrique Peña Nieto, que pretende elevar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) al 22%, él evitará el endeudamiento del país corrigiendo la actual política económica.
“Yo nada más voy a tener un amo: el pueblo de México”, subrayó.
El candidato tomó protesta a un grupo de personas comprometidas a cuidar las casillas el día de la elección presidencial.
Entre gritos de “presidente” y consabidas consignas a favor del aspirante presidencial de izquierda, López Obrador resaltó que el 27 es un día excepcional porque el cierre de campaña se realizará con una marcha del Ángel de la Independencia al Zócalo, donde habrá un “gran mitin”.
“Será excepcional. Ya hasta podríamos decir que terminamos este acto de civismo, de patriotismo. Imagínense cómo me siento!”, exclamó.
“Pero tenemos que estar pendientes. Las cosas son distintas, porque ahora tenemos más organización, se van a cuidar todas las casillas, no va a ser fácil el que hagan fraude”, celebró.
Se jactó de llevar cinco años “construyendo una organización para la defensa del voto, para la defensa de la democracia”.
