Hacia ese objetivo se dirigen las propuestas del aspirante priísta cuando habla de la “necesidad” de otra reforma fiscal y laboral.
Guillermo Fabela Quiñones | EMET | Sabado 19 de Noviembre 2011
En New York, Enrique Peña Nieto calificó como muy positiva su gira por Washington y la urbe de hierro. Dijo que hay optimismo en los círculos económicos y financieros de Estados Unidos y del mundo por el paso que lleva nuestro país hacia el desarrollo.
"Creo que fue un buen encuentro, sobre todo con estos círculos de financieros que reitero, creo que en el ánimo y propósito que he señalado como un tema central de nuestra visión que aquí hemos compartido que es el crecimiento económico de nuestro país, pues evidentemente, poder compartir en estos círculos hacia donde mi partido está postulando puedan darse los mecanismos para crecer económicamente.
"Me parece que fue importante, además enriquecedor sobre todo recoger cuáles son las preocupaciones que advierten quienes invierten en México, observan de nuestro país, qué les preocupa", dijo el aspirante del PRI a la Presidencia de la República.
Cabe destacar que Enrique Peña Nieto dejo claro su apoyo a la inclusión del sector privado en la petrolera estatal Pemex para, dijo, convertir a México en una “potencia energética”. En realidad es un viejo anhelo de la derecha: Ernesto Zedillo hizo esa propuesta en 1999 y Vicente Fox en 2002, pero sus iniciativas fueron paralizadas en el Congreso ante la movilizaciones sociales en su contra. No obstante, en 2008 Calderón logró con el apoyo del PRI la aprobación de una polémica reforma energética que permitió, entre otras cosas, que en agosto pasado Pemex ofreciese contratos que admitieron a empresas privadas participar en la extracción de crudo por primera vez desde 1938, sin que, hasta ahora, el país perdiera completamente la propiedad y beneficios del crudo.
Cabe destacar que Enrique Peña Nieto dejo claro su apoyo a la inclusión del sector privado en la petrolera estatal Pemex para, dijo, convertir a México en una “potencia energética”. En realidad es un viejo anhelo de la derecha: Ernesto Zedillo hizo esa propuesta en 1999 y Vicente Fox en 2002, pero sus iniciativas fueron paralizadas en el Congreso ante la movilizaciones sociales en su contra. No obstante, en 2008 Calderón logró con el apoyo del PRI la aprobación de una polémica reforma energética que permitió, entre otras cosas, que en agosto pasado Pemex ofreciese contratos que admitieron a empresas privadas participar en la extracción de crudo por primera vez desde 1938, sin que, hasta ahora, el país perdiera completamente la propiedad y beneficios del crudo.
El ex gobernador del Estado de México fue contundente al señalar que la titularidad pública (del Estado mexicano sobre Pemex) “no riñe con abrir la participación de esta empresa al sector privado”, una entrada que, según él, impulsaría la creación de empleo y la expansión económica del país, que crece a un 1.7 por ciento anual, comparado con el promedio de 3.4% en América Latina.
El mexiquense, quien se entrevistó con inversionistas estadounidenses, insistió en su proyecto de incentivar la colaboración público-privada, el mismo proyecto que impulsa Felipe Calderón en el Congreso, para convertir al Estado “en un aliado del sector privado”, a fin de lograr una mayor inversión en ciencia, tecnología y educación, entre otras áreas, cuando la realidad es que la actual administración del michoacano ha derivado no sólo en administrador de los negocios e intereses de los empresarios domésticos y estadounidense y español, principalmente, sino en su abierto sirviente. Hacia ese objetivo se dirigen las propuestas del aspirante priísta cuando habla de la “necesidad” de otra reforma fiscal y laboral.