Se requieren 8 mil 358 pesos para gasto familiar a fin de no vivir en condiciones de pobreza
La tercera parte de jóvenes percibe menos de dos salarios mínimos y afronta empleo escaso
El minisalario perdió 66 por ciento de su poder de compra en las pasadas tres décadas, refiere
Susana González G. | Periódico La Jornada | Domingo 12 de junio de 2011, p. 28
Más de la tercera parte de la población ocupada (36 por ciento) vive con un salario mensual menor a los 3 mil 483 pesos, cuando se requieren 8 mil 358 pesos para el gasto familiar a fin de no vivir en condiciones de pobreza, aseveró la firma Consultores Internacionale (CI).
Hay 5.7 millones de mexicanos que viven con menos de un salario mínimo y que representan 13 por ciento de la población ocupada, así como otros 10 millones que perciben entre uno y dos minisalarios (23 por ciento de quienes trabajan), precisó.
Hay 5.7 millones de mexicanos que viven con menos de un salario mínimo y que representan 13 por ciento de la población ocupada, así como otros 10 millones que perciben entre uno y dos minisalarios (23 por ciento de quienes trabajan), precisó.
Entre esta población, los jóvenes conforman uno de los grupos más afectados por los bajos salarios debido a la falta de preparación educativa y pocas oportunidades de empleo, ya que uno de cada tres reciben menos de dos minisalarios y eso hace prever un peor escenario socieconómico para el futuro.
Si el ingreso calculado por Consultores Internacionales se divide por semana, uno de cada tres trabajadores del país perciben apenas 870 pesos, cantidad que se esfuma tan sólo en la compra de alimentos y ciertos productos indispensables para la higiene personal y el aseo de la casa.
Una canasta de 30 alimentos frescos (huevo, leche, pollo, embutidos, bistec, verduras y fruta), así como pasta de dientes, jabón de baño, champú, toallas sanitarias, pañales y detergente para ropa cuesta en la ciudad de México y su zona metropolitana 563 pesos, de acuerdo con los monitoreos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Esa cantidad absorbe 65 por ciento del ingreso calculado por Consultores Internacionales, pero falta incluir los gastos por servicios que hace cada trabajador y que van desde la renta, luz, agua, gas y transporte, así como los de salud, vestido, educación o incluso entretenimiento.
Las rentas más baratas en las delegaciones o municipios periféricos de la capital se ubican entre los mil 500 y 2 mil pesos mensuales, según anuncios inmobiliarios por Internet, lo que representa la mitad del salario mencionado.
Consultores Internacionales calculó que si dos miembros de una familia ganan un salario mínimo, entonces el ingreso familiar queda 700 pesos por debajo de la canasta básica de bienes y servicios que considera la Secretaría de Desarrollo Social, por lo tanto requieren de apoyos subsidiados o de incrementar el salario familiar en por lo menos dos a cuatro salarios mínimos.
El salario mínimo, aseguró, perdió 66 por ciento de su poder de compra durante las últimas tres décadas, a pesar de que en términos nominales tuvo uncrecimiento marginal, pero fue debido a la estabilidad macroeconómica y aun así ha quedado por debajo del aumento del índice nacional de precios al consumidor.
Frente a los argumentos que el sector privado y las autoridades han sostenido de que los bajos salarios en el país se deben a la baja productividad de los trabajadores, la firma sostuvo quetambién se explican por la incapacidad de generar empleos de calidad, lo cual está estrechamente relacionado tanto con las limitadas políticas para generar capital humano, como industrias de alto valor agregado.
Hay una ruptura, indicó, entre la oferta y demanda de trabajo, lo cual ha resultado en desempleo y altos niveles de informalidad.
Explicó que el minisalario fue afectado desde las crisis correspondientes a las décadas de 1980 y 1990. De este último año a 2000 el salario mínimo subió de 9.96 a 35.12 pesos diarios, un alza nominal de 253 por ciento pero frente a la inflación registró una disminución real de 35 por ciento en tan sólo una década.
No obstante, la firma reconoce que desde 1999 el salario mínimo comenzó a registrar una tendencia positiva en términos reales, pero insistió en que fue marginal y como reflejo de la estabilidad macroeconómica.